Washington, 9 abr (Prensa Latina) El presidente estadounidense, Donald Trump, negó hoy que pretenda restaurar la polémica separación de familias inmigrantes en la frontera sur, aunque defendió la eficacia de esa práctica para frenar el arribo de indocumentados.
Al recibir en la Oficina Oval de la Casa Blanca al presidente de Egipto, Abdel Fattah El-Sisi, el mandatario republicano rechazó los reportes de que aplicará de forma más estricta y generalizada una política de «tolerancia cero» hacia inmigrantes ilegales.
Según difundió ayer la cadena CNN, como parte de esa postura más agresiva hacia la inmigración ilegal, el gobernante desea sacar a los niños del lado de sus padres, incluso si llegan a un puerto legal de entrada y piden asilo como está establecido.
No estamos buscando hacer eso, no, expresó el jefe de Estado este martes, pero sostuvo que como no aplica la separación de familias, «es por eso que hay muchas más personas que vienen».
Vienen como si fuera un picnic, como decir «vamos a Disneyland», añadió Trump, cuyas políticas en la materia han sido muy criticadas a nivel nacional y foráneo, y han llevado a que varios jueces federales del país fallen en su contra.
La llamada tolerancia cero comenzó a aplicarse por parte de la administración del republicano en la primera mitad de 2018, con el fin de que todas las personas que fueran capturadas al cruzar ilegalmente la frontera con México resultaran acusadas de cargos criminales.
Mediante ese mecanismo, los padres permanecieron bajo custodia penal y más de dos mil 800 niños fueron enviados a albergues del Departamento de Salud y Servicios Humanos.
Debido a la gran presión social y las críticas generadas por esa medida, el 20 de junio Trump firmó una orden ejecutiva para poner fin a las separaciones familiares, y posteriormente un juez federal ordenó que los menores ya sacados del lado de sus progenitores fueran reunidos con ellos.
Varios reportes difundidos ayer señalaron que el presidente quería restablecer esa medida como parte de su cruzada contra los cruces fronterizos ilegales, que según su gobierno, han registrado un gran incremento y tienen al sistema de inmigración en un punto de quiebre.
Las noticias sobre el tema señalaron que la saliente secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, quien dejará su cargo mañana, se opuso a la acción por motivos legales, y ese choque supuestamente habría influido en su dimisión.
En sus declaraciones de hoy el presidente también trató de eludir la responsabilidad de las separaciones, al decir, como en ocasiones anteriores, que su predecesor, Barack Obama (2009-2017), había implementado primero una política similar.
Obama tuvo una separación de niños. Echen un vistazo, la prensa lo sabe, todos lo sabemos. Fui yo el que la detuvo, apuntó.
Ante ese tipo de comentarios, varios medios han advertido que el ejecutivo previo dividió a las familias en la frontera en casos limitados, y que además carecía de la tolerancia cero implementada por la administración actual.