El viacrucis de migrantes cubanos se sumó esta mañana a la segunda mitad de la llamada Caravana Madre luego que ayer el Instituto Nacional de Migración y la Policía Federal les impidió el tránsito.
Los indocumentados esperaron a los centroamericanos en un predio a la orilla de la carretera en costera a unos tres kilómetros de la cabecera de Huixtla, Chiapas, donde pasaron la noche.
Hondureños, salvadoreños, nicaragüenses y guatemaltecos recibieron con aplausos y consignas a los caribeños al momento de integrarse.