México, 10 jun (Prensa Latina) La matanza del jueves de Corpus de 1971 o Masacre de Corpus Christi, también llamada El Halconazo por el nombre del grupo paramilitar que la perpetró, fue recordada hoy en la conferencia matutina del mandatario mexicano.
El presidente Andrés Manuel López Obrador abrió su rueda de prensa de este lunes en el Palacio Nacional con ese tema para rendirle homenaje a los asesinados y torturados en uno de los hechos de violencia más aborrecibles del país, y presentó a dos de los sobrevivientes, Alberto Hijar Serrano y María Alicia Camacho.
Ese día, hace 48 años, Ciudad de México y la nación en su conjunto, vieron interrumpida y bañada en sangre las fiestas de Corpus Christi cuando una manifestación juvenil, en apoyo a los estudiantes de la ciudad de Monterrey, fue reprimida violentamente por un grupo paramilitar al servicio del estado llamado «Los Halcones».
El subsecretario de Gobernación para los Derechos Humanos, Alejandro Encinas, anunció que se recuperan algunos de los inmuebles usados para asesinar y torturar a los estudiantes, y la inauguración de un memorial para recordar los luctuosos hechos.
Según algunos documentos y testimonios de la época, en la masacre estuvo involucrada la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos.
El monumento, que se llamará Circular de Morelia, se ubica en uno de los recintos de los órganos de seguridad de la antigua policía política, donde actuaba la tristemente famosa Brigada Blanca para torturar, es el primero de una serie que serán abiertos o recuperados en los espacios públicos donde fueron encerrados y torturados los jóvenes, dijo Encinas.
Aquel fatídico día los estudiantes iniciaron una marcha por el casco de Santo Tomás en demanda de la democratización de la enseñanza, y libertad política cuando un grupo de choque entrenado por la CIA conocido como «Los Halcones», los atacaron brutalmente y la policía no intervino permitiendo la masacre.
Los heridos fueron llevados a hospitales, pero los Halcones ingresaron en estos y remataron a los jóvenes aún en el quirófano. El número de muertos se calcula en 120.
El entonces presidente, Luis Echeverría, anunció una investigación sobre la matanza y afirmó que castigarían a los culpables, pero al final se hizo muy poco.