A casi un mes de su desaparición fue confirmada la muerte del empresario de Nuevo León, Santiago David Cantú, quien tenía 41 años.
Su cuerpo fue abandonado por sus presuntos secuestradores cuatro días después de su secuestro en un lugar no especificado en Juárez, Nuevo León, pero su identificación tardó ya que se hizo mediante pruebas de ADN.
Hasta el momento, las autoridades estatales han manejado con gran hermetismo el caso.