La fiesta que tanto tiempo esperó Cleveland para albergarla dejó a los asistentes al Progressive Field muy contentos por la variedad de emociones que se presentaron a lo largo de las nueve entradas.
El partido que conjunta a las figuras del momento en el mejor beisbol del mundo tuvo un saldo positivo para la Liga Americana. La Nacional tuvo oportunidades de marcar, pero la efectividad de la defensiva del joven circuito lo impidió.
En el segundo episodio Michael Brantley, ex pelotero de los Indians, se encargó de avivar a la grada gracias a un doble sólido por el jardín izquierdo que impulsó la primera carrera. Quien pagó la factura fue Kershaw, después del gran trabajo que hizo Ryu en el primer episodio.
Los siguientes dos innings no tuvieron movimiento en el marcador, aunque los presentes pudieron disfrutar del desfile de lanzadores como De Grom, Berrios, Castillo, Giolito, Buehler, Bieber, Soroka, Hendricks que se turnaron para soltar el brazo.
Blackmon se encargó de recortar diferencia con un home run en la sexta entrada, aunque Gallo le respondió con otro bambinazo en la séptima que puso a la Americana 1-4. Pete Alonso pegó un doble que partió el diamante en la octava y llevó dos carreras más a la registradora para ponerse a una de distancia.
Para poner el cerrojo, Chapman fue el encargado de sacar los últimos tres outs y poner el triunfo para el gozo de la gente de casa.