Madrid, 13 jul (Prensa Latina) El Atlético de Madrid recurrirá a la Federación Internacional de Fútbol (FIFA) para denunciar irregularidades en torno al traspaso del francés Antoine Griezmann, fichado por el Barcelona.
De acuerdo con el diario deportivo As, el club colchonero acudiría al ente rector del fútbol mundial porque entiende que el Barcelona debería pagar 200 millones de euros, en lugar de los 120 millones desembolsados.
Resulta que la cláusula de rescisión del delantero galo, campeón del mundo en Rusia-2018, bajó de 200 a 120 millones de euros el 1 de julio último, pero, según explicó el Atlético en un comunicado, el pacto entre el jugador y el Barcelona estaba sellado mucho antes de esa fecha.
El Atlético de Madrid cree que la extinción del contrato se produjo antes de la finalización de la pasada temporada por hechos, actos y manifestaciones realizadas por el jugador y por ello ha iniciado ya los procedimientos que ha considerado oportunos para la defensa de sus derechos e intereses legítimos, remarcó la entidad madrileña en una comunicado oficial.
Griezmann firmó ayer un contrato de cinco años con el Barcelona de Lionel Messi, después de pagar la cláusula de rescisión.
La intención del club de la capital española, según As, es llevar el caso hasta la FIFA para conseguir una sanción para el Barcelona y para el futbolista, que hace un año firmó una ampliación de contrato con el club rojiblanco hasta 2023.
Precisamente hace un año, Griezmann estuvo a punto de fichar por el Barcelona, pero finalmente se quedó en las filas del Atlético de Madrid, bajo las órdenes del técnico argentino Diego Simeone.
Tras quedarse sin títulos en la última campaña, el atacante francés decidió salir del club colchonero y una vez más el Barça volvió a interesarse en su contratación, hasta que logró concretarla ayer viernes.
Griezmann fue el máximo goleador y el máximo asistente del Atlético en la temporada 2018-2019.
Para suplir su ausencia, la cúpula colchonera contrató a la joya portuguesa de 19 años Joao Félix, procedente del Benfica, a cambio de 126 millones de euros.