México, 20 jul (Prensa Latina) Nuevo Laredo, la ciudad fronteriza de más importancia del estado de Tamaulipas, en el noreste de México, registra hoy la presencia de miles de centroamericanos devueltos por Estados Unidos que esperan visas.
El gobierno estadunidense anunció ayer que ampliará una medida que obliga a los solicitantes de asilo a permanecer fuera del país y aguardar sus audiencias en Nuevo Laredo ubicada en el margen sur del Río Bravo, donde se han levantado decenas de campamentos improvisados.
El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS, por sus siglas en inglés) dijo que también aplicará sus protocolos de protección de migrantes en Brownsville, Texas, limítrofe con Matamoros, México.
Además prevé empezar a enviar a los solicitantes de asilo de vuelta a México a partir del viernes próximo. De acuerdo con los protocolos, los extranjeros reciben una orden para presentarse en determinada fecha a una audiencia ante un tribunal de migración para luego regresar a territorio mexicano.
Desde enero, esa norma se aplica en San Diego, California, y El Paso, Texas, entre otras ciudades de la frontera. Washington trata de reducir el gran flujo de centroamericanos que atraviesa México para pedir asilo.
El corredor más transitado para los cruces no autorizados de la frontera es la zona llamada Valle del Río Grande, en Texas, donde se encuentra Brownsville. La norma ampliada no incluye hasta el momento otras ciudades de la zona.
Según el DHS, se aplicó la norma en coordinación con el gobierno mexicano pero este no ha respondido a sus reclamos y se ha negado a ser declarado tercer país seguro como exige Estados Unidos.
Por otra parte lños centroamericanos están en riesgo en Matamoros donde hay presencia de grupos de la delincuencia organizada y donde el gobierno estadunidense advierte a sus ciudadanos que no vayan debido a la violencia y los secuestros.
Cerca de la ciudad fue donde se hallaron los cadáveres de un hombre salvadoreño y su hija de 23 meses, ahogados en el río Bravo, captadas por el diario La Jornada, y que dieron la vuelta al mundo.
Muchas personas duermen desde hace meses en un campamento improvisado cerca de uno de los puentes internacionales, entre ellas familias con niños muy pequeños.
Hay miles más en hoteles, refugios o pensiones de Nuevo Laredo y de Matamoros. Muy pocos migrantes han podido solicitar asilo debido a que otras normas del gobierno de Donald Trump limitan el número de trámites diarios.