Camilo Lagos, presidente del Partido Progresista y chileno crítico, platicó acerca de la situación que rige a las naciones de Latinoamérica, pues existe una variación entre los buenos resultados financieros, laborales y en los negocios que ponen en duda cuál es el modelo político y económico indicado para un buen desarrollo. La disyuntiva se encuentra en qué si marcha bien la economía o existe un desfase, él consideró que hay dos políticas, aseguró que no hay forma de sustentar la reformación política por más exitosa que sea, a largo plazo, sino influye y obtiene resultados mediante la economía y producción .
Puso como ejemplo a Venezuela, donde hay reformación política y participativa, pero no es suficiente ya que no son gratas las condiciones de vida para todos, y la dificultad para distribuir adecuadamente la riqueza.
Cualquier cambio político puede terminar colapsado, sin embargo él invita a hacer un cambio industrial, tecnológico y automovilístico en los que deben participar Chile, Bolivia, Argentina, y los países de América Latina que deseen unirse.
Es necesario que las sociedades entiendan que no basta con un buen ejercicio de los mandatarios, ya que los ciudadanos también deben emprender acciones para valorar a su país, no ser cómplices de la inseguridad, violencia y corrupción.
Ha surgido un continuo debate entre un sociedad neoliberal y comunistas, los estereotipos rondan en las voces de los críticos pero también hacen una comparación para que nadie se quede en su zona de confort.
El regreso de la derecha en Latinoamérica
Un gran ejemplo es Brasil en el que empezó a gobernar Jair Bolsonaro, de extrema derecha, y el expresidente Lula Da Silva está recluido en prisión, denunciado por involucrarse en desvío de recursos, pero él presume su inocencia y continúa luchando por sus derechos e ideología, pero se visualiza de cómo ese país paso de tener un régimen de izquierda a uno de derecha, es válido comparar las causas de este cambio de sistema. No obstante, ya están surgiendo las voces que acusan a Bolsonaro de su autoritarismo y no es tan aceptado en la sociedad como parecía. Ese país sufre una crisis de desarrollo medio y bajo.
Lo que caracteriza a los regímenes de izquierda es que comienza a figurar la persecusión política, no los dejan gobernar de acuedo a sus ideales. La burocracia es un sector que juega un rol importante en este asunto político.
México es un hermoso país, declaró Camilo, pero reconoció que hay mucha capacidad afectiva y esa es una de sus fortalezas para continuar con la lucha para lograr un mejor posicionamiento y avanzar hacia un país de primer mundo.