El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que a petición de los ciudadanos, los recursos que se usarían para el Metrobús de La Laguna, entre los estados de Durango y Coahuila, serán empleados para llevar agua a esa zona.
“La gente en Usumacinta no aceptó el Metrobús, no lo acepta, la mayoría ya sea a mano alzada o en urnas, lo cierto es que la gente no quiere ese obra”, señaló sobre este proyecto que ya estaba autorizado y uniría las ciudades de Torreón, Coahuila, y de Gómez Palacio y Lerdo, Durango.
Con los pobladores de dicha zona, mencionó el mandatario, existe el compromiso de llevar agua, para lo cual se valora la construcción de un acueducto desde la presa Francisco Zarco, en Lerdo, Durango.
“Estamos viendo si lo podemos hacer con un acueducto de la presa Zarco que está como a 50-60 kilómetros; vamos a invertir en eso, en un acueducto, para que se tenga agua, lo primero: agua de calidad para la gente”, apuntó López Obrador.
Recordó que un acto en Gómez Palacio se encontró con una gran protesta contra el Metrobús, “y uno sabe cuándo es una protesta montada, manipulada y cuando se trata de una protesta espontanea, auténtica, o en lo general, aunque no dejan de haber intereses particulares, pero así todos en contra”.
Ante esta manifestación, el mandatario federal mencionó que preguntó a los ciudadanos qué hacer con los recursos destinados para ese medio de transporte, a lo que respondieron que su principal necesidad es contar con agua.
“La necesidad de La Laguna, la principal necesidad, es el agua; entonces la gente dice agua, pues va a ser agua y voy a argumentar, a profundizar, sobre el tema; tiene un problema serio en La Laguna de sobreexplotación de los acuíferos. Entonces como ya se está perforando muy profundo hay contaminación en algunos casos de arsénico”, señaló.
En su conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional, el presidente López Obrador subrayó que esta clase de problemas demuestran que es necesario, aceptar “que debemos optar por el desarrollo sustentable y que los principal es la salud del pueblo”.
Denunció que gobiernos anteriores construyeron plantas purificadoras de agua, para atenuar este problema, mientras que la gente merece tener absoluta seguridad de que toma líquidos sanos; “cuando se ponen plantas de tratamiento para el arsénico ya lo que se está demostrando es que hay un problema grave”.
Esta situación, subrayó, también afecta las actividades productivas, razón por la que también se promueve el desarrollo de cuencas lecheras en el sur sureste del país, donde hay agua.