Washington, 29 jul (Prensa Latina) Los llamados a un mayor control de armas vuelven a ganar fuerza hoy en Estados Unidos luego del tiroteo masivo que dejó tres víctimas mortales y 15 heridos durante un evento en California.
Muchas figuras públicas, incluidos varios de los aspirantes demócratas a la presidencia del país, y numerosos usuarios de las redes sociales, expresan sus condolencias por lo ocurrido este domingo en el popular Festival del Ajo de la ciudad de Gilroy, y remarcan la necesidad de fortalecer las leyes sobre las armas de fuego.
Esta violencia no es normal. ¿Cuántas familias más tendrán que perder a un ser querido antes de que reparemos nuestras leyes rotas sobre armas? Hay que actuar, empezando por una reforma real, escribió en Twitter el exvicepresidente Joe Biden, quien lidera a los más de 20 candidatos de partido azul.
La senadora por California Kamala Harris, también aspirante a la Casa Blanca, expresó en esa misma plataforma que el país tiene una epidemia de violencia con armas de fuego que no puede tolerarse.
Envío mi amor a todos los que están sufriendo, y a todos los que se ven afectados por las 40 mil muertes por armas en Estados Unidos cada año.
Podemos aceptar esto como nuestro destino o podemos cambiarlo. Sigamos el ejemplo de los estudiantes que marchan por sus vidas y por las nuestras, sé que podemos poner fin a esta crisis, sostuvo otro candidato, el exrepresentante Beto O’Rourke.
A su vez, el activista por los derechos civiles Martin Luther King III dijo estar devastado por la noticia del tiroteo en California y sostuvo que no se puede aceptar ese tipo de hechos como la nueva normalidad.
Es hora de que vayamos más allá de los pensamientos y las oraciones y comencemos a actuar sobre la violencia con armas de fuego. Más de ocho mil personas han muerto hasta el momento en 2019 a causa de las armas. El tiempo de cambiar es ahora, apuntó.
La alcaldesa de la ciudad californiana de Oakland, Libby Schaaf, señaló que el trauma, el dolor, la pena y el horror de la violencia masiva con armas de fuego se han convertido en la historia estadounidense. «Mi corazón está con todos aquellos en Gilroy. Nuestro Congreso puede acabar con esta tragedia ahora».
Shannon Watts, fundadora de la organización Moms Demand Action (Madres piden acción), condenó un argumento muy usado por los defensores de la portación de armas, mediante el cual se suele culpar a las enfermedades mentales de la violencia con esos artefactos.
«Las personas con enfermedades mentales cometen menos del cinco por ciento de los delitos violentos. Ellos son mucho más propensos a ser víctimas que perpetradores», indicó la activista, quien dijo que el problema es el fácil acceso a las armas.
Mientras permitamos que las personas peligrosas tengan fácil acceso a arsenales y municiones a granel, nuestra nación nunca estará a salvo, consideró.