México, 27 nov (Prensa Latina) El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se mostró hoy satisfecho de los avances de la IV Transformación de su país a casi un año de asumir su cargo el 1 de diciembre de 2018.
En su conferencia de prensa matutina en el Palacio Nacional, el mandatario invitó al pueblo mexicano a acudir el 1 de diciembre próximo al Zócalo capitalino para escuchar el informe que rendirá a la nación sobre el ejercicio de su cargo en el que expondrá con detalles todo lo realizado en este período y pedirá, según dijo, otro año de trabajo para consolidar la IV Transformación.
Estoy optimista y lo sostengo es lo que percibo y recojo de la gente y lo que aseguran las encuestas.
Hay mucha esperanza en el pueblo, no hay decepción, al contrario, la gente está entusiasmada, insistió el mandatario.
Aseguró que hay mucha confianza en que vamos a llevar a cabo la transformación, y vamos a estar a la altura de las circunstancias.
En un balance preliminar de su actuación, dijo que en este corto período ha enfrentado, por lo menos, cinco momentos de problemas graves, el primero de ellos la batalla contra el robo de gasolina y un incendio por la explosión de un ducto que dejó decenas de muertos.
Colocó en esa lista la batalla para evitar la imposición unilateral de aranceles a las exportaciones de México hacia Estados Unidos, adoptada por el presidente Donald Trump y relacionada con el fenómeno de la migración centroamericana.
Citó en la relación los hechos de Sinaloa por la reacción violenta de un cártel de narcotraficantes que provocó muertos y destrucción de bienes materiales y la cual calificó de la guerra más breve de la historia de México, pero que el resultado fue que se evitó un derramamiento de sangre mayor y demostró que lo más importante es cuidar la vida de los ciudadanos.
En ese contexto mencionó la masacre de la familia estadounidense de mormones LeBarón sobre la cual aún se trabaja para dar con los asesinos de tres mujeres y seis niños y castigarlos con todo el peso de la ley.
También mencionó como un momento difícil la decisión de otorgar asilo político al expresidente de Bolivia Evo Morales.
Cerró el listado con el problema de la inseguridad, la violencia, la cual se dejó crecer mucho y el problema de fondo fue la equivocada la estrategia que se aplicó, y más que un error fue un crimen haber declarado la guerra al narcotráfico que todavía lo estamos padeciendo.
Contrastó esos problemas negativos con los positivos, muy superiores, y aunque mencionó muchos, como sus programas sociales y de bienestar, los avances en la salud y la educación, las nuevas fuentes de trabajo y el exitoso combate contra la corrupción, pidió dejar ese recuento para la concentración en el Zócalo el 1 de diciembre.
Tampoco quiso entrar en detalles acerca de la posición de su gobierno respecto a las declaraciones del presidente Trump de calificar como terroristas a los narcotraficantes mexicanos y se remitió a la declaración de la Cancillería al respecto. No obstante insistió en que el centro de la posición de México es: cooperación sí, intervención no.