México, 20 feb (Prensa Latina) LaS bondades, alcance y prestaciones del antiviral cubano Interferón alfa 2B recombinante (IFNrec) fruto del desarrollo de la ingeniería genética cubana, fueron destacadas hoy por el diario La Jornada.
Ese medicamento es uno de los escogidos por China en su combate contra el coronavirus, conocido por Covid-19, y fue creado en Cuba hace 39 años como una proteína con propiedades antivirales, gracias a la creación de la industria biotecnológica, en 1981.
China aplica a pacientes una combinación de antivirales con productos de la medicina tradicional y fármacos occidentales, entre lo que se encuentra el Interferón alfa 2B recombinante (IFNrec).
La publicación refiere que el IFNrec es fruto de la biotecnología cubana, un milagro resultante de una fuerte inversión en educación y salud, con la garantía de acceso universal y gratuito.
De acuerdo con el artítulo publicado en sus inicios eran pocos los países que apostaban a ese tipo de técnicas, que utiliza organismos vivos en la obtención o modificación de productos, mejorar plantas o animales, o desarrollar sistemas biológicos para el mejoramiento de la salud humana.
Asimismo, resalta detalles de las bondades de la ingeniería genética nacida de un conjunto de disciplinas y nuevas técnicas, que permitieron en Cuba inaugurar el primer centro de esta especialidad en 1986.
Significa, además, que fue una apuesta por la biotecnología durante la peor crisis vivida por la isla en la década del 90 del siglo pasado, con centros de investigación-producción-comercialización que abordan el ciclo completo de la investigación científica con la comprensión de hacer ciencia real, competitiva y con resultados de primer orden.
El texto resalta que ello explica también la existencia del programa de vacunación más amplio del mundo, reconocido por la Organización Panamericana de la Salud y otros organismos internacionales,que incluye cobertura universal para recién nacidos con vacunas contra 13 enfermedades.
A esos esfuerzos se debe, además, la vigilancia epidemiológica con el empleo de inmunoensayos para más de 20 enfermedades, el uso en hospitales de medicamentos como el interferón, los anticuerpos monoclonales, las citoquinas y otros biofármacos.
Ejemplifica como el Heberprot-P, una cura prodigiosa para la úlcera del pie diabético de uso terapéutico común en la red sanitaria nacional, podría salvar a buena parte de los 83 mil pacientes que cada año requieren de amputación en Estados Unidos, y cuyo gobierno se niega a su comercialización.
Entre otros factores, subraya, que la investigación en inmunología y el uso de la biotecnología industrial han contribuido a la reducción de la mortalidad infantil hasta llegar a cinco por cada mil nacimientos y la esperanza de vida en 79 años.
De igual forma la combinación de estos factores ha permitido erradicar varias enfermedades infecciosas como la poliomielitis, difteria, tétano, tos ferina, sarampión y otras controladas o reducidas en su aparición (hepatitis B, meningoencefalitis).
La Jornada destaca que fue a inicios de los años 80 que el demócrata y congresista por Texas Mickey Leland alentó a Fidel Castro para el desarrollo de la biotecnología, frente a la hostilidad del Gobierno de su país al considerar al bloqueo contraproducente e inconsistente con los valores estadunidenses.