El 70 por ciento de las armas de fuego utilizadas en México para cometer delitos fueron ingresadas al país de contrabando y tienen su origen en Estados Unidos, tal como ocurrió en el ataque a la familia LeBarón en Sonora, y en Culiacán, cuando se intentó detener a Ovidio Guzmán, hijo del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Así lo sostuvo el secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, quien enfatizó que en ambos casos los criminales utilizaron armas de uso exclusivo del ejército estadounidense.
Durante la Reunión Binacional de Planeación y Seguridad Fronteriza, el funcionario urgió a reforzar las acciones para frenar el tráfico de armas.
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