Londres, 25 feb (Prensa Latina) El gobierno británico adelantó hoy que su prioridad de cara a las venideras negociaciones post-Brexit con la Unión Europea (UE) es recuperar la independencia política y económica del Reino Unido.
A finales de este año abandonaremos el mercado único y la unión aduanera, y retomaremos el control de nuestras propias leyes y de nuestro propio comercio, recalcó un vocero de la oficina del primer ministro Boris Johnson.
El gobernante conservador británico se reunió este martes con su gabinete en el número 10 de Downing Street para delinear la estrategia que adoptará el Ejecutivo en las pláticas que mantendrán Londres y Bruselas a partir de la semana próxima para definir los términos de su futura relación comercial, luego del Brexit.
Según el portavoz, el enfoque negociador que adoptará el Reino Unido, y que se hará público este jueves, se basa en los acuerdos de libre comercio ya firmados por la UE con otras «naciones soberanas».
El propio Johnson ha dicho en repetidas ocasiones que su intención es firmar un pacto comercial exento de tarifas y aranceles similar al que rubricaron el bloque europeo y Canadá, al tiempo que buscará negociar otros tratados con Estados Unidos, Japón, Australia y demás países.
El Reino Unido abandonó la UE el 31 de enero pasado, y entró en un periodo de transición de 11 meses durante el cual ambas partes intentarán establecer las pautas que regirán su nueva relación, después de 47 años de matrimonio.
Aunque la mayoría de los líderes europeos creen que será difícil concretar el acuerdo antes del 31 de diciembre próximo, el bloque aprobó este martes las directrices que guiarán las pláticas, y se pronunció por establecer una relación ambiciosa y equilibrada con su antiguo miembro.
En opinión de analistas, la negativa del gobierno británico a aceptar las regulaciones europeas en temas relacionados con los impuestos y los subsidios, así como la explotación pesquera, hacen prever que las pláticas serán difíciles.
De fracasar las conversaciones y no sellarse un acuerdo antes de fin de año, las relaciones comerciales entre Londres y Bruselas tendría que regirse por las reglas de la Organización Mundial del Comercio.