Puerto Príncipe, 14 mar (Prensa Latina) Tras la aprobación de la formación sindical y la reintegración de los agentes despedidos, la nueva Unión de la Policía de Haití amenazó hoy con bloquear las próximas elecciones si les impiden postularse.
El portavoz del sindicato, Jean Helder Lundi, dijo al diario Le Nouvelliste que el gobierno debe modificar el artículo que obliga a los oficiales a renunciar dos años antes si quieren postularse a un cargo electivo.
«Este artículo nos impide disfrutar de un derecho que nos confiere la Constitución. Si no modificamos este artículo, no veo cómo podemos organizar elecciones en el país», subrayó el vocero.
Advirtió que la Policía es la que asegura el voto. «Tienen interés en cambiar este artículo, de lo contrario no habrá elecciones. Bloqueamos la organización del carnaval, podemos hacer lo mismo para las elecciones», desafió.
Esta semana, tras dos meses de violentas protestas en Haití, el gobierno cedió a las demandas del gremio y aprobó su organización en un sindicato, además que evaluó la reintegración de los oficiales despedidos en el marco de las protestas que provocaron un enfrentamiento entre policías y militares en las inmediaciones del Palacio Nacional.
Anunció, asimismo, que llevarán a cabo una auditoría en la Policía, por expertos nacionales y foráneos para identificar los problemas y proporcionar las soluciones adecuadas.
No obstante, el nuevo sindicato se muestra cauteloso con las disposiciones gubernamentales, y exigió un acuerdo tripartito entre el Policía, la estructura sindical y la Oficina de Protección del Ciudadano.
Este documento debe establecer lo que obtendremos de nuestros diversos reclamos, con una agenda sobre las respuestas a corto, mediano y largo plazo, señaló Lundi.
Expertos alertan que esta crisis interna de la policía está lejos de concluir, y puede crear precedentes para que otros grupos de la institución exijan nuevas demandas.
A inicios de semana, manifestantes identificados como policías agredieron tres ministerios y con gases lacrimógenos obligaron a sus empleados a cerrar las instituciones estatales.
También amenazaron con ingresar a la residencia privada del primer ministro, atacaron a un juez del Tribunal de primera Instancia de Puerto Príncipe, y bloquearon carreteras mientras erigían barricadas de neumáticos en llamas.
A finales de febrero quemaron las tarimas y carrozas de los carnavales, lo que obligó al gobierno a suspender los festejos en la capital, y prendieron fuego al bufete del presidente de la Fundación Je Klere, Samuel Madistin, quien señaló a la prensa la ilegalidad del sindicato.