Santiago de Chile, 212 mar (Prensa Latina) En momentos en que se le pide a la población aumentar las medidas higiénicas para enfrentar la Covid-19, hoy 400 mil familias en Chile presentan problemas para abastecerse de agua.
Al celebrarse este domingo del Dia Mundial del Agua, Greenpeace Chile alertó que constituye una seria amenaza sanitaria que miles de familias tengan que abastecerse mediante camiones cisternas.
Al respecto, Matías Asun, director nacional de esa entidad ambientalista señaló que es duro decirlo, pero en medio de la emergencia por el coronavirus, las plantaciones de palta (aguacate) y las empresas mineras «tienen más agua disponible que una familia que quiere lavarse las manos para protegerse de la enfermedad».
Añadió que «la emergencia sanitaria que enfrentamos deja en evidencia la grave falta de acceso al agua que sufren miles de familias«, porque hay una enorme desventaja entre los privilegios que tiene el sector productivo en relación con miles de hogares.
En un informe sobre el tema la ONG señaló que 147 comunas (municipios) del país presentan escasez hídrica y en las actuales circunstancias de emergencia sanitaria, la mayor necesidad de higiene hará que cada chileno sume a su gasto diario de agua entre 60 y 80 litros extras de este recurso.
A causa de la sequía que padece Chile desde hace años muchos embalses que abastecen a la ciudadanía exhiben niveles críticos, y como ejemplo Greenpeace pone a El Yeso, que entrega agua a Santiago y está al 40 por ciento de capacidad, mientras Peñuelas y Aromos, ambos en la Región de Valparaíso, están prácticamente secos.
Asun señaló además que el país requiere un análisis profundo respecto del uso que se le dará al imprescindible líquido en el futuro.
Recordó que el agua está reconocida como un bien nacional de uso público, pero se permite que privados y empresas puedan establecer derechos de aprovechamiento de carácter perpetuo.
«Es cierto que enfrentamos una megasequía, pero también es verdad que hemos asistido durante ya demasiado tiempo a un megasaqueo que hace urgente una modificación al Código de Aguas y a la Constitución», puntualizó el director de Greenpeace.