La Secretaría de Salud del Estado de México, a través de la Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios mexiquense (Coprisem), informa que ha difundido, a través de las 18 Jurisdicciones de Regulación Sanitaria en la entidad, el protocolo para el manejo de cadáveres emitido por los organismos internacionales de la salud, a fin de prevenir el contagio.
De acuerdo con los lineamientos marcados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), se establece que el personal de los servicios funerarios debe seguir medidas de protección e higiene, para lo cual deberá contar con equipo que incluya bata desechable de manga larga, mascarilla, guantes, anteojos protectores (goggles) y botas.
El titular de la dependencia, Doctor Gabriel O’Shea Cuevas, precisa que el protocolo no recomienda el embalsamamiento y sugiere además aplicar principios de sensibilidad cultural con la familia y si desea ver el cuerpo, se puede permitir ponderando en todo momento la higiene de manos, pero evitar tocar o besar al fallecido; en el caso de las bolsas de cadáveres vacías deben eliminarse como residuos infecciosos.
Por lo anterior, rechaza las afirmaciones realizadas por la Unión de Funerarias del Valle de Toluca respecto de que no hay un protocolo para sepultar a una persona que murió a causa de COVID-19, así como que hayan fallecido un elevado número de enfermos consecuencia de este padecimiento y se establezcan otros motivos de muerte.
Finalmente, precisa que, como se dio a conocer recientemente, en el Estado de México sólo se tiene un deceso por esta enfermedad y fue un masculino de 42 años de edad, quien era residente de la Ciudad de México.