Washington, 5 abr (Prensa Latina) El cirujano general de Estados Unidos, Jerome Adams, afirmó hoy que la próxima semana será la más dura y triste para la mayoría de los norteamericanos, en medio de la crisis generada por la Covid-19.
Pero hay una luz al final del túnel si todos hacen su parte en los próximos días, dijo en una entrevista durante el programa televisivo Fox News Sunday.
Adams apuntó que las situaciones más difíciles no estarán localizadas en algún punto específico, sino que ocurrirían a lo largo de todo el país.
También señaló la necesidad de que la mayoría de las personas se queden en casa y practiquen el aislamiento social para evitar la propagación del nuevo coronavirus.
Al respecto pidió a los gobernadores de los diferentes estados que emiten órdenes para que los ciudadanos permanezcan en sus hogares. Si no es posible 30 días, al menos una semana o lo que puedan, para que «no abrumemos nuestros sistemas de atención médica», subrayó.
Por su parte, el director del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas, Anthony Fauci, dijo a la cadena televisivia CBS que aunque los esfuerzos de mitigación están funcionando como se pretendía, sería una declaración falsa decir que la pandemia estaba bajo control.
Actualmente todo el país está luchando para frenar la propagación de la Covid-19, señaló el principal experto en virología en Estados Unidos y el actual asesor de la Casa Blanca para lidiar con la pandemia.
Fauci confirmó que se verá una escalada de casos en la nación norteña la próxima semana, aunque después esa curva debería comenzar a aplanarse.
A mediados de marzo, el presidente estadounidense, Donald Trump, aseguró que el virus estaba «bajo control» en el país, y luego reconoció que las semanas más duras estaban por venir.
La víspera, anunció que lamentablemente habrá muchas más muertes en los días venideros.
Mientras que los especialistas en salud y algunos gobernadores norteamericanos presionan por un enfoque nacional más agresivo y uniforme para abordar la amenaza del nuevo coronavirus, el mandatario se resiste a ampliar las limitaciones en la vida diaria de las personas y culpa a los estados por no estar preparados para lidiar con la pandemia.
El actual ocupante de la Casa Blanca considera que la crisis generada por la Covid-19 en su país se limita a «puntos calientes» como Nueva York, California y Michigan, y no apoya la medida de una cuarentena nacional pues afectaría la economía y a su juicio, la nación no se puede paralizar.
Pero sus asesores de salud afirman que las restricciones a la interacción social y la actividad económica deben ampliarse a los 50 estados del país norteño.