Londres, 20 abr (Prensa Latina) El presidente de la Asociación de Superintendentes de Policía del Reino Unido, Paul Griffiths, llamó hoy estar preparados para una sociedad británica más volátil y agitada después de la cuarentena impuesta por la Covid-19.
En entrevista que publica este lunes el diario The Independent, el alto jefe policial explicó que el impacto social y económico de la crisis provocada por la pandemia se reflejará en el comportamiento de las personas.
Habrá gente sin trabajo, negocios que no pudieron mantenerse, y el impacto sobre la sociedad comenzará a aflorar, alertó Griffiths, tras señalar que las dificultades económicas a veces traen aparejado un incremento de la violencia y la criminalidad.
El entrevistado también expresó preocupación por el efecto que están teniendo las medidas de distanciamiento social sobre la salud mental de las personas obligadas a permanecer en sus hogares para evitar la propagación del nuevo coronavirus.
En opinión del oficial de Policía, existe el temor de que muchos casos de violencia doméstica y abuso infantil no están siendo denunciados porque las víctimas están atrapadas bajo el mismo techo con sus victimarios.
Aclaró que no le preocupaba tanto la posibilidad de que ocurran protestas violentas, como la gran carga de impactos sociales que se han ido acumulando durante las semanas de confinamiento.
Todo esto traerá como resultado que tengamos una sociedad más volátil y agitada, remarcó Griffiths, quien exhortó a buscar desde ahora la forma de apoyar, ayudar y trabajar con las comunidades, para que puedan manejar la situación.
Según estudios, la pandemia de Covid-19 provocará una recesión económico global mayor que la ocurrida en la llamada Gran Depresión de los años 30 del siglo pasado, aunque existe la esperanza de que tras el levantamiento de la cuarentena alrededor del mundo los mercados se recuperen de forma rápida, apuntó The Independent.
En el caso del Reino Unido, donde han muerto más de 16 mil personas y hay al menos 120 casos positivos al nuevo coronavirus, el gobierno decidió extender hasta el 7 de mayo próximo las medidas de distanciamiento social puestas en vigor el 23 de marzo pasado.
Las autoridades alertaron, no obstante, que cualquier relajamiento del confinamiento dependerá del criterio científico, y de que existan evidencias claras de que el brote ya está controlado.
A escala doméstica, la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria pronosticó la semana pasada que la economía británica podría encogerse en un 35 por ciento, y que otros dos millones de personas quedarían desempleadas, si la cuarentena se prolonga hasta junio próximo.