Roma, 21 abr (Prensa Latina) El primer ministro, Giuseppe Conte, expresó hoy aquí que pasar a la segunda fase de la gestión de la emergencia generada por la Covid-19 será uno de los momentos más sensibles y complejos en Italia.
En una audiencia informativa por separado ante el Senado y la Cámara de Diputados, el jefe de gobierno dijo estar consciente respecto a que una «imprudencia» o un «aventurerismo» cometidos por «la legítima expectativa» de reanudar actividades, puede comprometer todos los sacrificios realizados hasta ahora.
En tal sentido, recordó que la epidemia no fue eliminada, sino sólo contenida y reiteró que se elabora un programa de aperturas progresivas homogéneo, sobre base nacional, para reanudar buena parte de las actividades productivas y comerciales, manteniendo bajo control la curva de contagio.
El primer ministro reconoció que la emergencia está incidiendo sobre las capas más frágiles de la población y amenaza con crear «nuevas pobrezas», por lo cual -afirmó- se dieron algunos primeros pasos para satisfacer las urgencias de los ciudadanos en condiciones de más dificultad.
Concordó, además, con los pronósticos que apuntan a un «impacto profundo y persistente» de la pandemia sobre toda la economía y en ese contexto se refirió al reciente estimado del Fondo Monetario Internacional que ubica en 9,1 por ciento la contracción del Producto Interno Bruto este año.
Entre las acciones para amortiguar el impacto económico y social de la crisis, mencionó la asignación de 25 mil millones de euros mediante un primer decreto y anunció otro por 50 mil millones de euros adicionales, el cual será presentado al parlamento para su aprobación, en un plazo «brevísimo».
En el ámbito regional, afirmó que «la Unión Europea y la Eurozona no pueden permitirse repetir los errores cometidos durante la crisis financiera de 2008″, cuando no lograron enfrentar de modo coordinado, unido y solidario una conmoción común a todos.
Al respecto, el primer ministro advirtió que «es un riesgo que no podemos darnos el lujo de correr ahora, porque de no producirse una respuesta adecuada y valiente, ocurrirían, inevitablemente, graves daños al propio proyecto europeo».
A continuación, ofreció detalles sobre las propuestas que examinará la cumbre del Consejo Europeo en la búsqueda de acuerdos hacia el diseño una estrategia común para afrontar los estragos de la emergencia y emprender la recuperación a la mayor brevedad posible.
Pero la verdad, precisó, es que la negociación en la que estamos involucrados en Europa es particularmente compleja, porque la respuesta común no puede basarse solo en estas medidas: debe ser mucho más efectiva, mucho más consistente.