México, 7 may (Prensa Latina) México sigue hoy sin responder a la solicitud de la Asociación de Fabricantes de Automotores y Equipos de Estados Unidos (MEMA) de reabrir el sector automovilístico cerrado por la pandemia de Covid-19.
El gobierno mexicano no cedió a la demanda de las maquiladoras estadounidenses de que el sector fuera declarado imprescindible para reanudar sus actividades laborales paralizadas desde la fase de mitigación de la epidemia.
No obstante, a partir del pico de contagio de Covid-19, que para la zona norte del país se espera entre mañana y el día 10 de mayo, el gobierno hará evaluaciones con la Secretaría de Salud, para empezar a liberar municipios no contagiados a partir del 17 de este mes.
Sin embargo, ese no es el caso de la zona norte donde está el grueso de las maquiladoras estadounidenses, en particular las del sector del automóvil, por lo que el mecanismo para liberarlas debe ser el de la imprescindibilidad.
Ejecutivos de MEMA pidieron al secretario de Estado, Mike Pompeo, su intervención para que la industria automotriz en México reinicie sus operaciones el 12 de mayo, es decir, antes de la vuelta al trabajo del sector en Estados Unidos, que en su mayor parte está prevista para el 18 de mayo.
En una misiva dirigida el pasado martes por el director general de MEMA, Bill Long, a Pompeo, los industriales argumentaron la necesidad de que la reapertura en México se haga en esa fecha, toda vez que las cadenas de suministro mexicanas son de vital importancia para la fabricación de automóviles en Estados Unidos.
Sin las piezas de México será prácticamente imposible para las plantas de ensamblaje de vehículos de Estados Unidos reiniciar, subrayó Long.
Las 90 empresas firmantes reconocieron que en México actualmente se atraviesa un problema de salud pública, ante el cual es necesario seguir medidas de distanciamiento, por lo que propusieron como alternativa que «se puede aumentar la producción en varios turnos para reforzar el distanciamiento social y permitir una mayor higiene en las plantas».
Expertos señalan que de hecho están reconociendo el gran riesgo que supone para la vida y la salud de miles de mexicanos la reapertura adelantada de las fábricas pero insisten en ello.