Naciones Unidas, 12 may (Prensa Latina) El secretario general de la ONU, António Guterres, decidió extender durante todo el mes de junio los actuales arreglos relacionados con el teletrabajo en sedes del organismo multilateral, informó hoy su portavoz, Stéphane Dujarric.
Después de consultar con altos directivos de Naciones Unidas y con el personal de los servicios médicos, Guterres siguió apostando por la modalidad de trabajo a distancia para contribuir a evitar la propagación de la Covid-19.
En una carta enviada al personal de ONU, indicó el vocero, el secretario general dijo sentirse inspirado por cómo el trabajo en el organismo se mantuvo sin interrupciones durante los últimos dos meses.
No solo se ha podido mantener en funcionamiento la ONU, sino que gracias a la labor de todo su personal, Naciones Unidas desempeña un papel global activo para ayudar a las personas a enfrentar la emergencia sanitaria, destacó el diplomático portugués en su misiva.
Los arreglos sobre la modalidad de trabajo a distancia continuarán siendo revisados en las próximas semanas y también se estudia un plan para un regreso gradual de los empleados y miembros del cuerpo diplomático, siempre que se considere seguro hacerlo.
Según recalcó Dujarric, la salud y la seguridad del personal son las prioridades que guían este proceso. Desde finales de marzo, la sede de la ONU en Nueva York cerró al público y solo puede entrar al edificio el personal imprescindible, sobre todo, de seguridad.
Incluso, se tuvieron que transformar los métodos de trabajo en instancias como el Consejo de Seguridad, y ahora las intervenciones y debates se realizan por medio de videoconferencias.
Lo mismo sucede en la Asamblea General, la cual adoptó nuevos métodos para aprobar resoluciones y otros documentos de trabajo.
Por ejemplo, cada vez que se presenta un proyecto de resolución, la propuesta se somete a un procedimiento de silencio de 72 horas.
En ese plazo, los Estados miembros pueden expresar sus adhesiones u opiniones en contra, y si en tal período no se rompe el silencio, la decisión se considera adoptada como una resolución de la Asamblea General.
Pero ahora, el mayor organismo de la ONU enfrenta un gran reto, pues en junio se deben realizar importantes elecciones, como la del próximo presidente de la Asamblea.