La Paz, 14 jun (Prensa Latina) El expresidente de Bolivia Evo Morales (2006-2019) rindió homenaje hoy al revolucionario argentino-cubano Ernesto Che Guevara en el 92 aniversario de su natalicio.
El líder indígena, por medio de su cuenta en Twitter, expresó su admiración por el Che de quien dijo «fue impecable en su lucha revolucionaria, invencible en su lucha ideológica y de justicia e incansable en su lucha por la soberanía y la dignidad de los pueblos del mundo».
Evo Morales, quien se encuentra en calidad de refugiado en Argentina, siempre ha destacado el papel e ideario del Che contra el dominio de países poderosos como Estados Unidos en Latinoamérica y contra las dictaduras. El Che, apelativo inseparable de su vida, nació en la ciudad argentina de Rosario, en la provincia de Santa Fe, en 1928.
Fue un intrépido joven que quiso conocer el mundo y como un Quijote salvarlo de los males que conoció en su recorrido por Latinoamérica, su lucha en Cuba, su paso por África y luego en Bolivia, donde fue asesinado en 1967.
Llegó a esta nación suramericana el 7 de noviembre de 1966 donde comenzó una nueva etapa de su vida revolucionaria. En Cuba junto al líder Fidel Castro y otros conductores del Ejército Rebelde había logrado la victoria contra el régimen de Fulgencio Batista y con ellos echar a andar la Revolución cubana.
En Bolivia, organizó una guerrilla combatida por el Ejército de ese país con la ayuda de Estados Unidos. Durante 16 meses el movimiento luchó en una compleja situación como la falta de agua y alimentos, la lluvia y el frío desde Ñancahuazú, lugar adonde llegaron el 7 de noviembre de 1966, hasta la Quebrada del Yuro, donde fue herido y capturado el Che el 8 de octubre de 1967.
Luego de su captura, fue llevado a la escuelita de La Higuera, donde fue asesinado el día 9 de octubre del propio año.
El líder de la Revolución cubana en la introducción al Diario del Che en Bolivia, editado por primera vez en 1968, comentó sobre su asesinato tras ser capturado vivo.
«Trasladado al pueblo de Higueras permaneció con vida alrededor de 24 horas. Se negó a discutir una sola palabra con sus captores, y un oficial embriagado que intentó vejarlo recibió una bofetada en pleno rostro», refiere el Comandante en Jefe.
Recuerda cómo sus asesinos ebrios prolongaron cruelmente la agonía del Che, hasta que un sargento -también ebrio- con un disparo de pistola en el costado izquierdo lo remató.
«Tal proceder contrasta brutalmente con el respeto del Che, sin una sola excepción, hacia la vida de los numerosos oficiales y soldados del ejército boliviano que hizo prisioneros», recordó.
«Las horas finales de su existencia en poder de sus despreciables enemigos tienen que haber sido muy amargas para él; pero ningún hombre mejor preparado que el Che para enfrentarse a semejante prueba», expresó.