El thriller sobre la Covid-19, producido por Michael Bay, iniciaría su rodaje por estos días luego de la aprobación el 12 de junio de la puesta en marcha de las acciones de la industria cinematográfica en esta ciudad, bajo estrictas medidas de seguridad, como la realización de pruebas periódicas al elenco y equipo técnico-creativo.
El filme, destinado a ser el primer proyecto de Hollywood tras el estallido del virus SARS-CoV-2, se acerca a las teorías de conspiración en torno a la pandemia, así como las consecuencias del confinamiento induciendo estados de paranoia y delirio de los protagonistas de la trama.
No obstante, los gestores de este proyecto recibieron el aviso de «no trabajar» por parte del sindicato de Actores de Cine y la Federación Americana de Artistas de Radio y Televisión SAG-AFTRA, debido a su falta de transparencia en sus protocolos y «eso es algo que obviamente tomamos muy en serio», apunta el texto publicado en The Hollywood Reporter.
Se instruye a los miembros de SAG-AFTRA a retener los servicios de actuación o realizar cualquier trabajo hasta nuevo aviso del sindicato.
Aceptar un empleo o prestar servicios en Songbird puede considerarse una violación de la Regla Global Uno y puede resultar en una acción disciplinaria de acuerdo con la Constitución SAG-AFTRA, refiere el documento prohibitivo.
Respaldada por Bay y las empresas Invisible Narratives y Catchlight Films, la cinta cuenta con el guión de Mason y Simon Boyes, así como un reparto protagonizado por Demi Moore, Craig Robinson, Paul Walter Hauser y Peter Stormare.