Washington, 16 jul (Prensa Latina) Estados Unidos podría registrar para noviembre más de 224 mil muertes a causa de la Covid-19, enfermedad provocada por el coronavirus SARS-Cov-2, estima hoy un importante modelo de pronósticos sobre el tema.
Según el Instituto de Medición y Evaluación de la Salud (IHME, por sus siglas en inglés) de la Universidad de Washington, la nación norteña podría alcanzar 224 mil 89 decesos para el 1 de noviembre, lo que significa que, de cumplirse ese cálculo, ocurrirán hasta ese momento otras 84 mil muertes.
Ello se debe a que, de acuerdo con datos del portal digital Worldometer, Estados Unidos acumula hasta este jueves unos 140 mil fallecimientos desde el inicio de la pandemia, en tanto ya se confirmaron más de tres millones 610 mil casos del coronavirus.
Apenas la semana pasada el modelo del IHME, que ha sido muy seguido en el país en medio de la actual emergencia sanitaria, estimó que para el 1 de noviembre se habrían perdido 208 mil 254 vidas, casi 16 mil decesos menos que los previstos ahora.
Sin embarco, la institución cambió sus proyecciones debido al alarmante incremento en el número de nuevos contagios en la mayoría de los estados norteamericanos.
Ese aumento en nuestros pronósticos está siendo impulsado por la gran subida en Florida, Texas, Arizona, California, manifestó el presidente del IHME, Chris Murray, citado por la cadena de televisión CNN.
Murray agregó que hay una lista más larga de estados donde crecen las muertes y las hospitalizaciones, la cual incluye a Luisiana, Kentucky, Mississippi, Nevada, Nuevo México, Carolina del Sur, Tennessee y Utah.
El IHME indicó que el número de muertes estimadas para noviembre podría reducirse en 40 mil si casi todos los estadounidenses usaran máscaras en público, algo que no sucede en la actualidad.
La institución apuntó en un comunicado que el uso de esa forma de protección ha aumentado, pero no tanto como debería ser. «Si el 95 por ciento de los estadounidenses usaran máscaras cada vez que salieran de sus hogares, disminuirían las tasas de infección, las hospitalizaciones y las muertes pronosticadas».
En lugar de ser visto solo como un tema de salud pública, las máscaras se ha convertido en un tema de división política en Estados Unidos, impulsado incluso por el presidente Donald Trump, quien hasta hace pocos días se negó llevarlas en público.
Trump fue visto por primera vez con una el pasado sábado, más de tres meses después de que expertos y funcionarios en salud pública de su propia administración recomendaran que todos los estadounidenses las llevaran cuando no fuera posible el distanciamiento físico.
Aunque 47 de los 50 estados del país tienen algún tipo de guía en vigor sobre el uso de máscaras, solo en más de una veintena de ellos es obligatorio utilizarlas en público.