La verificación de cumplimiento del nuevo etiquetado para alimentos y bebidas no alcohólicas preenvasadas comenzará hasta el 1 de diciembre de este año, luego de que el gobierno federal aprobó dar una prórroga de dos meses.
La Secretaría de Economía (SE) publicó la tarde de este viernes en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el acuerdo mediante el cual la Secretaría de Salud, a través de la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (Cofepris), y la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) no ejercerán sanciones a los productores, importadores o comercializadores de productos que no cumplan con los sellos negros de forma hexagonal con leyendas que adviertan sobre el exceso de los nutrientes críticos (calorías, sodio, grasas trans, azucares, grasas saturadas).
El documento señala que el proceso de verificación por parte de Cofepris y Profeco no comenzará a partir del 1 de octubre como se publicó originalmente el 27 de marzo pasado, sino que el décimo y noveno mes del año aún podrán exhibirse productos sin el etiquetado.
Durante dos meses, las autoridades buscan dar certeza jurídica a productores, importadores y comercializadores, por lo que habrá amonestaciones, multas, clausura, arresto, suspensión, revocación, cancelación, prohibición de comercialización, inmovilización, aseguramiento, retiro del mercado o emisión de alertas.
Lo anterior se da a pesar de que el subsecretario de prevención y promoción de la salud de la SSa, Hugo López-Gatell, así como autoridades de la SE, aseguraron que no habría prórrogas, como buscaba el sector empresarial, pues la industria consideró que la aplicación de la norma ocurría en un mal momento debido a los efectos económicos de la pandemia del coronavirus.
Incluso el Décimo Segundo Tribunal de Distrito de Amparo rechazó en días recientes suspender provisionalmente el nuevo etiquetado por 180 días, medida que fue solicitada por la empresa Hershey’s de México. La firma de confitería argumento que interpuso el recurso porque consideró “inoportuna” la modificación.
El sector privado, a través del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) y el Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Consumo (ConMéxico) se pronunciaron por retrasar las modificaciones tras la aprobación de la Norma Mexicana NOM-051-SCFI/SSA1-2010.
El mismo sector privado argumentó durante el proceso de consulta para reformar la norma que era necesario un proceso de dos años para poder implementar la colocación de sellos negros en sus productos, pues consideraron que dicha medida es costosa para las empresas, sobre todo cuando se trataba de empresas micro, pequeñas y medianas (mipymes).
La iniciativa privada incluso interpuso un amparo en contra de la publicación de la NOM-051-SCFI/SSA1-2010. Sin embargo, el Vigésimo Primer Tribunal Colegiado de Circuito en Materia Administrativa revocó el amparo interpuesto por los organismos del sector privado a inicios de abril.
El texto solo menciona una prórroga para iniciar con el cumplimiento de la nueva norma que advierte sobre el consumo de nutrientes críticos a los cuales se les atribuye provocar enfermedades como sobrepeso y obesidad, que pueden derivar en otras como diabetes.
El acuerdo no mencionó ninguna modificación sobre los plazos que deberán cumplirse estrictamente desde abril del 2021, tiempo en el que la aplicación del nuevo etiquetado deberá ya estar totalmente aplicado sin excepciones y sin que se tenga que recurrir a pegatinas temporales.
Respiro a confiterías
Alicia Páramo Ortega, directora de la Asociación Nacional de Fabricantes de Chocolates, Dulces y Similares (Aschoco), comentó a La Jornada que ese sector industrial está preparada para hacer el cambio del etiquetado, aunque representa una gran inversión sobre todo para las mipymes, porque hay empresas que tienen inventarios de empaques para dos o tres años.
“Afortunadamente se ha visto en la normatividad que se pueden usar ‘stickers’ y algunos se están adaptando a eso. Obtuvimos un par de meses más para lo que está en piso sobre todo en tiendas de conveniencia, supermercado, departamentales, se va a retirar hasta dos meses después. Eso nos está dando un respiro” dijo.
Comentó que el sector está de acuerdo con un consumo responsable, pero consideró que no toda la confitería puede clasificarse como mala para la salud, pues en promedio el mexicano consume 750 gramos de chocolate al año.