Buenos Aires, 25 ago (Prensa Latina) La Asociación Abuelas de Plaza de Mayo dio hoy adiós a otra de sus integrantes, María Angela Lescano, quien falleció sin encontrar a su nieto, uno de los cientos robados en la última dictadura militar argentina (1976-1983).
Con profundo dolor y congoja el colectivo de derechos humanos, encabezado por Estela de Carlotto, despide a La Negra, como la llamaban cariñosamente, quien durante las últimas cuatro décadas de su vida luchó por conocer el paradero de su nieto o nieta, que nació durante el cautiverio de su hija Juana Colayago.
La joven es una de los más de 30 mil desaparecidos por el terrorismo de Estado en una de las épocas más oscuras de este país.
A dos meses de cumplir 90 años, «estiró todo lo que pudo su existencia para concretar ese abrazo, pero no pudo. Y acá estamos, enfrentando una vez más la crudeza del tiempo y la crueldad de los pactos de silencio que nos ocultan dónde están los nietos y nietas que faltan», señaló las Abuelas en un comunicado.
El aguerrido grupo de mujeres recordó que el 31 de agosto de 1977 a la hija de La Negra la secuestraron embaraza de seis meses y sus otras dos niñas, de uno y tres años, fueron dejadas con una vecina.
«Otra vez la vida la obligó a apechugar: tuvo que criar a sus dos nietas al tiempo que emprendía la búsqueda de Juana, su esposo Egidio y el niño que debió nacer en noviembre de 1977», señaló ese colectivo que lucha por recuperar la identidad de tantos niños, hoy jóvenes de más de 40 años, que fueron robados a sus padres y entregados a otras familias.
Las Abuelas destacaron que La Negra fue una mujer aguerrida, trabajadora y compañera. Con el tiempo, sus nietas Flavia y Lorena tomaron la búsqueda que ella, ya cansada por los años, les legó y hoy una de ellas integra la Comisión Directiva de Abuelas de Plaza de Mayo.
«Abrazamos a la familia Colayago por la partida de Negrita. Descansará con la tranquilidad de saber que la búsqueda no cesa», subrayó el colectivo de derechos humanos.