La Habana, 17 sep (Prensa Latina) El bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos ocasionó afectaciones al sistema de salud de Cuba por más de 160 millones de dólares, denunciaron hoy fuentes del Ministerio de Salud Pública (Minsap) de la isla.
La doctora Evelyn Martínez, subdirectora de Relaciones Internacionales del Minsap, precisó durante un foro virtual de solidaridad con la nación caribeña que desde abril de 2019, hasta marzo de 2020, el cerco estadounidense causó pérdidas en el sector por 160 millones 260 mil 880 dólares.
Añadió que de forma acumulada, en las casi seis décadas de aplicación de esa política de sanciones, las cifras ascienden a tres mil 74 millones 33 mil 738 dólares.
A pesar de las inmensas restricciones que imponen esas medidas unilaterales, la mayor de las Antillas sostiene su sistema de sanidad universal y gratuito, señaló, incluso en medio de la pandemia de Covid-19, cuando se recrudecen las sanciones.
En este sentido, apuntó que en la actual etapa se redoblan las habituales dificultades que tiene Cuba para adquirir en empresas estadounidenses o sus subsidiarias los recursos que necesita, como equipos médicos, medicamentos e insumos.
El país caribeño se ve obligado a acudir a mercados lejanos, con el consecuente encarecimiento y demora, además de sufrir la negativa a aceptar sus transacciones bancarias y las sanciones a las navieras que trasladan las mercancías, entre otras acciones.
Martínez ejemplificó que en esta emergencia sanitaria no fue posible realizar la compra de ventiladores pulmonares a fabricantes suizos que habitualmente proveían a la isla, los cuales anunciaron el fin de los vínculos comerciales luego de ser adquiridos por una empresa norteamericana.
Asimismo, se ha vivido la negativa a trasladar donaciones hacia la nación caribeña.
Cuba, sin embargo, no renuncia a su espíritu solidario por estas restricciones, afirmó, y recordó que brigadas médicas han partido a 42 países y territorios con más de tres mil 800 cooperantes para enfrentar la enfermedad.
A ellos se sumaron los más de 28 mil profesionales de salud que ya prestaban servicios en 58 países, y quienes se unieron a los esfuerzos nacionales y locales por detener la pandemia.