Beijing, 24 sep (Prensa Latina) La firma china Bytedance confirmó hoy la solicitud de una licencia al Gobierno para realizar exportaciones tecnológicas, en medio de negociaciones que buscan mantener las operaciones de su aplicación Tik Tok en Estados Unidos.
Esa empresa ahora aguarda por la decisión oficial y hace algunas semanas aseguró que antes de definir el destino de la red social, acataría estrictamente las limitaciones del país sobre la trasferencia al extranjero de 23 sistemas de inventiva propia.
La plataforma de minivideos trabaja con programas de inteligencia artificial e información que tienen códigos y derechos de uso emitidos desde la nación asiática.
El fin de semana anterior emergieron detalles distintos de un pacto sobre la creación de Tik Tok Global, la cual requiere del visto bueno tanto de Beijing como de Washington.
De acuerdo con la versión de ByteDance, retendría el 80 por ciento de las acciones, las estadounidenses Oracle y Walmart serían socios minoritarios, y la sede central estaría en Texas.
Pero las dos firmas norteamericanas dijeron que, por el contrario, ellas tendrían la participación mayoritaria.
La prensa local auguró que China rechazaría esta última variante por considerarla injusta, desigual y un intento de robo.
Ese convenio -indicó el diario Global Times- responde a las demandas irracionales de la Casa Blanca y materializarlo daría pie a sus autoridades a controlar mediante «tretas y coacciones» a otras empresas chinas que expandan negocios en Estados Unidos y sean competitivas.
Mientras, el presidente Donald Trump amenazó con desaprobar el acuerdo si Oracle y Walmart no tienen un «control total» sobre Tik Tok Global.
La plataforma de minivideos y WeChat -el Whatsapp chino- son los nuevos blancos de una ofensiva de la Casa Blanca contra el sector tecnológico local que antes atacó a los fabricantes de teléfonos Huawei y ZTE, bajo el repetido argumento de que amenazan la seguridad nacional de Estados Unidos con la recopilación de datos.
Beijing rechazó las restricciones a ambos programas, exigió dejar de hostigarlos y prometió protegerlos con los recursos necesarios.
«Sin prueba alguna, Estados Unidos usó en repetidas ocasiones el poder estatal para reprimir a las dos empresas por razones injustificadas, lo que afectó gravemente sus actividades normales de negocios, debilitado la confianza de los inversores internacionales (…), y dañó el orden económico y comercial internacional», indicó un comunicado oficial.