México, 22 oct (Prensa Latina) México y Estados Unidos firmaron un acuerdo según el cual el país vecino se compromete a suministrar agua en caso de crisis de desabastecimiento, informó hoy el presidente Andrés Manuel López Obrador.
En su conferencia de prensa matutina en el Palacio Nacional, el mandatario explicó los alcances de un tratado con Estados Unidos que data de 1944 el cual regula desde entonces la distribución y uso de las aguas comunes, principalmente del río Bravo y sus potentes afluentes.
Según explicaron en la conferencia la directora de la Comisión Nacional de Agua, Blanca Jiménez, el canciller Marcelo Ebrard y su director para América del Norte, Roberto Velasco, se trata de un acuerdo de contingencia para garantizar el suministro de agua ante cualquier eventualidad.
Esto significa que el gobierno atenderá cualquier situación anormal como sequía u otras contingencias que mermen la cantidad de agua destinada para el consumo humano de las 13 ciudades fronterizas con Estados Unidos.
De tal manera, se desmontan así las argumentaciones del gobernador de Chihuahua y los adversarios del gobierno para negar la entrega de agua que le corresponde a ese estado de acuerdo con el tratado vigente, así como el prolongado conflicto y ocupación de una presa, el cual ocasionó un muerto.
El mandatario volvió a calificar de politiquería la actitud del gobernador de Chihuahua, la cual enmarcó dentro de la campaña por las elecciones regionales intermedias, y la oposición de algunos mandatarios locales del Partido Acción nacional a su gobierno.
Jiménez recordó que el tratado de 1944, logrado después de casi 10 años de conflictos y tirantezm es muy favorable para México, pues se obtuvo una relación de 4-1 favorable al país.
Eso quiere decir que México recibe cuatro veces más agua de la que entrega, dijo.
Además, el tratado tiene la flexibilidad para cubrir los incumplimientos de entrega de agua hasta en 10 años, lo cual se logró mantener en el nuevo acuerdo. Ebrard, por su parte, criticó que por la tentación electoral en el conflicto del agua en Chihuahua se puso en entredicho el futuro de todo el norte del país y en riesgo el tratado internacional, el cual se aprecia como uno de los grandes logros de México.