Pelé hace historia: cumple 80 años

Brasilia, 23 oct (Prensa Latina) La leyenda deportiva brasileña Edson Arantes do Nascimento (Pelé), reverenciado como el mejor futbolista de la historia, cumple hoy 80 años empecinado en driblear el tiempo para gritar más goles en el arco de la vida.


«Agradezco a Dios por la salud de llegar hasta aquí, con esta edad, y lúcido, no muy inteligente, pero lúcido», dijo recientemente entre bromas el exartillero en un video.


Su hijo Ediho comunicó a principios de año que su papá permanecía confinado en casa por depresión, a causa de complicaciones en la cadera.
«Resulta bastante frágil en relación con la movilidad. Le hicieron un trasplante de cadera y no hizo una rehabilitación adecuada e ideal.

Entonces, tiene este problema de movilidad, que termina llevando a una cierta depresión, un cuadro allí», afirmó el exportero de su progenitor.


El Rey, como le apodó en 1961 la prensa francesa, tiene dificultades desde una fallida cirugía de la pelvis en 2012. Está obligado a usar andadores y silla de rueda en público.


Ante tales problemas no asistió en los primeros meses del año al develamiento de una estatua en su honor en el estadio Maracaná en Río de Janeiro, como parte de las conmemoraciones por el aniversario 50 del triunfo de Brasil en la Copa del Mundo 1970.


Poco dado a las festividades, pero si a las campañas publicitarias, Pelé celebrará este viernes sus ocho décadas encerrado en su casa para prevenir también la Covid-19.


«Estoy bien, solo que no me va a dar para jugar», afirmó el también llamado en sus comienzos Perla Negra, en una video-charla.


En redes sociales evoca sus hazañas, como su primera diana a los 15 años con el Santos, el club de sus amores, o el primer Mundial que ganó Brasil, en 1958 en Suecia, donde asombró al mundo por su juego, clase, intuición, control del balón y disparo con ambas piernas.


Después levantó la copa de los mundiales de 1982 en Chile y México 1970.
Cuando pequeño solía colocarse de portero y otros pequeños al ver sus atajadas decían «se cree Bilé», arquero con el que jugó su padre. Con los años esa palabra se transformó hasta terminar en el legendario Pelé.


Entendidos aseguran que toda su genialidad afloró por el simple hecho que desde niño tuvo un estreno único y su velocidad, en lugar de disminuir con el espacio ganado, aumentó en progresión.


La capacidad de saltar desde la inercia, sin impulso, resultó portentosa. Su visión periférica alcanzó límites inimaginables. Técnicamente, llegó a la perfección, por talento natural, mucho ejercicio y el reto de mejorar.


Tras obtener reconocimientos, títulos (FIFA, Mejor Atleta del Siglo XX) y registrar mil 284 en mil 363 partidos oficiales, según estadísticas, anunció su retiro en 1974.


Sin embargo, un año después llegó al Cosmos de Nueva York, equipo integrado por otras luminarias del deporte-pasión para promocionarlo en Estados Unidos.


Bienaventurado por la fama, Pelé también tuvo una breve carrera en el cine como actor. Entre otras, participó en la película Evasión o victoria (1981), de John Huston.


Se atrevió, además, a la edad de 28 años, aceptar una invitación para participar en la telenovela Os Estranhos, una producción de la desaparecida Excelsior TV, que, entre sus estrellas, figuraba la afamada Regina Duarte (Malú).


Y en la música compuso algunas piezas, entre las que se incluye la banda sonora de la película de carácter biográfico Pelé (1977).


Sus proezas deportivas rebasaron el tiempo y llegaron las injustas comparaciones con otros talentosos jugadores de la historia como el holandés Johan Cruyff, el español Alfredo Di Stéfano, el alemán Franz Beckenbauer, el brasileño Ronaldinho, el argentino Diego Armando Maradona y el también gaucho Lionel Messi.


«Tuve la suerte de jugar con Pelé en Santos y de entrenar a Diego Maradona en Argentina, y para mí Pelé fue mucho mejor jugador que Diego. Pelé fue una mezcla de Di Stéfano, Maradona, Cruyff, Messi, metido en un solo jugador», sentenció el reconocido exentrenador argentino César Luis Menotti.


De generación en generación, en el pueblo brasileño reencarna la alegoría que O Rei fue recibido en una ocasión en el Vaticano por el Papa, quien lo invitó a asomarse a la ventana para a saludar a las personas en la plaza y un turista le preguntó al vecino: ¿Quién es el que está al lado de Pelé?

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