Ante el amago de ruptura con el Gobierno de la República por parte de los gobernadores que integran la Alianza Federalista, el presidente Andrés Manuel López Obrador minimizó el hecho y lo consideró como un tema electoral.
“Ninguna posibilidad de que se rompa el pacto federal. Primero porque si tienen vocación democrática tendrían que preguntarle a los ciudadanos de los estados que gobiernan. Les recomendaría que apliquen el mandar obedeciendo. Segundo, porque sería una reforma a la Constitución que tendría que aprobarse en el Congreso, con todo un proceso que llevaría a controversias, que le correspondería a su vez resolver al Poder Judicial. ¿Qué es lo que está sucediendo?, pues estamos en temporada de elecciones”.
Dijo que no se reunirá con ellos, pues no hay materia, y no va a permitir que usen la institución presidencial, además de que ya los está atendiendo el secretario de Hacienda.