Washington, 9 nov (Prensa Latina) El Congreso deberá informar oficialmente al mundo el 6 de enero próximo quien será el presidente de Estados Unidos, según lo que está escrito en las leyes de este país.
Luego de una carrera ensombrecida por un presidente, Donald Trump, quien se niega a reconocer su derrota en las urnas, en especial en el conteo del voto anticipado y por correo, tiene la palabra el mayor foro de elección popular de la nación.
Ese día se celebrará la sesión conjunta del Congreso para contar los votos electorales (538 y 270 necesarios para confirmar al vencedor) y la declaración de los resultados de las elecciones, una jornada después que los votantes en Georgia tengan nuevos senadores o logren reelegirse dos republicanos que aun defienden su silla.
El Senado y la Cámara de Representantes se reúnen al mediodía en el Capitolio, para contar los votos electorales y declarar los resultados que pudieran terminar con las rabietas de Trump diciendo que le robaron la contienda.
Fue un proceso largo que marchó paralelo a la liza presidencial y durante el cual los partidos nominaron y eligieron a sus candidatos para el cargo de «compromisario», o sea los 538 delegados al Colegio Electoral que indirectamente selecciona al mandatario.
Esa sesión conjunta del Congreso cuenta los votos electorales y declara quien será el Presidente y su Vicepresidente, según lo establecido por ley.
El número de compromisarios elegidos es igual al número del voto electoral del estado, por ejemplo California tiene 55 delegados y Texas 38.
Estos «compromisarios» no pueden ser senadores, representantes o cualquier persona con un «cargo retribuido del gobierno» o sea un funcionario federal.
Según la tradición los compromisarios son una mezcla de funcionarios locales elegidos, activistas de partidos, celebridades y ciudadanos comunes.
Treinta y tres estados y el Distrito de Columbia tienen leyes que disponen que los «compromisarios» reflejen el voto popular que los eligió aunque en contadas ocasiones algunos delegados violaron lo establecido y dieron su apoyo al candidato contrario.
Por eso, el 6 de julio de 2020 la Corte Suprema dictaminó que la sustitución o penalización de los «compromisarios desleales» era constitucionalmente válido.
La práctica indica que el día de las elecciones, los electores emiten un solo voto por la fórmula Presidente-Vicepresidente de su preferencia, en este caso el republicano Donald Trump o el demócrata Joe Biden, para seleccionar al compromisario que debe apoyar a esos candidatos.
Entre el 4 de noviembre y el 14 de diciembre, los estados contarán y certificarán los resultados del voto popular según sus respectivos requisitos de procedimiento.
En el procedimiento, los gobernadores deben preparar, tan pronto como sea posible, un certificado de comprobación del voto, el cual se le debe entregar a más tardar el 14 de diciembre.
El 8 de diciembre, conocido como el Día del «Refugio Seguro», los gobernadores de estados que hayan promulgado procedimientos para resolver controversias o disputas sobre los compromisarios y los votos electorales, deben informarlo ese día.
El 14 de diciembre de 2020 (primer lunes después del segundo miércoles de diciembre) es el día en el que se reúnen los compromisarios y votan, algo que entonces pasaría a la reunión del pleno del Congreso.
Después de ese proceso, el 20 de enero es la fecha oficial de toma de posesión del Presidente y el Vicepresidente, en este caso Joe Biden como el presidente 46 del país, o, muy improbable, Donald Trump se reelegiría.