Washington, 16 nov (Prensa Latina) Los delitos de odio en Estados Unidos aumentaron un tres por ciento en 2019, reseña un informe publicado hoy, que confirma la tendencia al alza experimentada durante el gobierno del presidente Donald Trump.
El documento, elaborado por el Buró Federal de Investigaciones (FBI, siglas en inglés), detalla que los números alcanzaron el nivel más alto desde 2008.
Así, el año pasado se denunciaron en todo el país siete mil 314 delitos de odio, que incluyen tanto ataques violentos contra las personas como contra la propiedad, así como crímenes no violentos como la intimidación.
El texto recoge 51 asesinatos por motivos de odio, la cifra más alta vista desde que el FBI comenzó a documentar este tipo de delitos, en 1991, y más del doble de los 24 registrados en 2018.
De los cinco mil 512 casos clasificados como delitos de odio, el 40 por ciento fueron de intimidación, el 36,7 de agresión simple y el 21 de agresión agravada, que suele implicar el uso de un arma.
Como todos los años, los debidos al racismo fueron los de mayor recurrencia, en su gran mayoría dirigidos contra los negros, pero también los hubo contra los hispanos, los judíos o los asiáticos.
La organización Southern Poverty Law Center (SPLC), enfocada en la lucha contra el racismo, aseguró que el informe subestima los crímenes de odio, pues de las 15 mil 588 agencias de la ley participantes en la recolección de datos, solo dos mil 172 (menos del 14 por ciento) reportaron algún caso.
Sin embargo, destacó que la pesquisa sirve como barómetro de tendencia y, en este sentido, reflejan «una creciente amenaza de violencia por parte de la extrema derecha».
El informe muestra que el racismo, el sentimiento antihispano, el antisemitismo y la homofobia siguen siendo problemas urgentes, refiere la SPLC.