Washington, 4 dic (Prensa Latina) Las hormonas liberadas en situaciones de estrés reactivan las células cancerosas, lo que puede causar una peligrosa recaída del cáncer, revela hoy un estudio científico.
Los tumores pueden reaparecer años después de un tratamiento aparentemente exitoso, y esto, suele ocurrir cuando las células tumorales durmientes, que se propagaron en las primeras etapas del cáncer y luego fueron suprimidas vuelven a activarse.
Según una investigación publicada Science Translational Medicine, las células inmunes, llamadas neutrófilos, y ciertas hormonas, como la noradrenalina y el cortisol, pueden facilitar la reaparición del tumor años después de que el cáncer fuer curado con quimioterapia y cirugía.
El nivel de la hormona noradrenalina, también denominada norepinefrina, se eleva en condiciones de estrés, trauma, ansiedad, miedo o tensión nerviosa.
En ese sentido, el estudio sugiere que el uso de betabloqueantes podría ayudar a prevenir la recurrencia de los tumores.
De acuerdo con la literatura científica, el estrés es una reacción normal y sana del cuerpo humano para afrontar los pequeños retos cotidianos y las situaciones excepcionales o difíciles de la vida.
Todas las personas poseen esta reacción y es necesaria para vivir, pero en su justa medida. Un poco de estrés es positivo, demasiado es perjudicial, y demasiado poco también.
Se trata de encontrar cada cual el nivel adecuado para vivir y afrontar su propia vida.
El estrés se convierte en un problema cuando surge sin haber retos ni situaciones excepcionales, cuando dura mucho tiempo después de que la situación estresante pasó, si aparece ante situaciones que aún no han ocurrido o si no es suficiente para afrontar los retos de la vida.
Este estrés ya no nos ayuda a vivir mejor sino que nos perjudica, y un nivel inadecuado mantenido durante cierto tiempo produce malestar físico y emocional, y puede influir mucho en cómo nos sentimos y en nuestra calidad de vida, sostienen los expertos.