Washington, 13 dic (Prensa Latina) El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, insiste hoy en el fraude para cuestionar los resultados de las elecciones del 3 de noviembre a pocas horas de que sean ratificados por el Colegio Electoral.
Trump expresó su interés en que se nombre un abogado especial para investigar las denuncias de fraude en las elecciones de noviembre y las cuestiones relacionadas con Hunter Biden, el hijo del virtual presidente electo, Joe Biden, según personas familiarizadas con el asunto, citadas por el diario The Wall Street Journal (WSJ).
En los últimos días, el presidente ordenó a los asesores que busquen a personas que puedan desempeñar ese cargo, según dijo una de las personas, ya que las demandas, otros esfuerzos y su campaña para revertir los resultados de las elecciones se tambalean, señaló el diario.
Los funcionarios de la Casa Blanca y los aliados del presidente en el Capitolio y en otros lugares también presionan para que se nombre un fiscal especial, dijo otra persona familiarizada con las discusiones.
Según el WSJ, el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, manifestó a la gente que el presidente está interesado en buscar un consejero especial para investigar el fraude electoral y quiere actuar rápidamente, sostuvo una de las personas.
Estos informes fueron aireados en momentos en que muchos análisis se adentran en la personalidad del mandatario, entre ellos uno de James Kimmel, profesor de psiquiatría en la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale, quien aseguró que Trump hizo de la queja una característica primordial de su vida y de su presidencia.
Esa personalidad se evidencia desde las miles de demandas que presentó hasta, más recientemente, sus repetidas reclamaciones de fraude electoral nacional, mientras sus oponentes, e incluso muchos de sus partidarios, se preguntan por qué no puede controlar sus impulsos de atacar a sus supuestos enemigos, señala Kimmel.
El académico asegura que los esfuerzos implacables de Trump por vengarse de aquellos que cree que lo han tratado injustamente (incluyendo, ahora, los votantes americanos) parecen ser compulsivos e incontrolables.
El daño que esto causa a sí mismo y a los demás es obvio pero no parece tener un efecto disuasorio. Los informes sugieren que hizo esto durante gran parte de su vida. Parece impotente para detenerse. También parece obtener un gran placer de ello, subrayó.
Debido a su posición única y al uso de los medios de comunicación y las redes sociales, Trump es capaz de difundir sus quejas a miles o millones de personas a través de Twitter, la televisión y las manifestaciones, agregó.
Subrayó el académico que atacar a Trump por su comportamiento de represalia sólo lo alimenta haciéndolo sentir más agraviado, por lo que, puntualiza, se necesitan pasos firmes para limitar el daño que sus agravios están infligiendo a este país.