Washington, 27 feb (Prensa Latina) La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó hoy un paquete de ayuda por la Covid-19 de 1.9 billones de dólares destinados a estabilizar la economía e impulsar las vacunas y pruebas de coronavirus.
La iniciativa fue enviada al Senado este sábado luego de recibir un voto de 219 a favor y 212 en contra, y según informa el diario The Washington Post, es el primer tema importante de la agenda del presidente Joe Biden.
Los republicanos se opusieron unánimemente al proyecto de ley de ayuda económica, un resultado marcadamente partidista, a solo un mes después de que el nuevo presidente fuera investido con llamamientos al bipartidismo y la unidad.
El paquete presentado por los demócratas de la Cámara incluye ayuda directa a las pequeñas empresas, mil 400 dólares en cheques directos a los estadounidenses que ganan menos de 75 mil al año, un aumento en el crédito tributario por hijos, financiamiento directo a los gobiernos estatales y locales, entre otras medidas.
Antes de que se votara en la Cámara, su presidenta, Nancy Pelosi (D, California), insistió en una conferencia de prensa anoche que se aprobara el aumento salarial federal de 15 dólares por hora, independientemente de lo que suceda en el Senado.
Dijo la dirigente parlamentaria que «como una cuestión de valores, puedo decir que no descansaremos hasta que pasemos los 15 dólares de salario mínimo… Si no prevalece debido a las reglas del Senado, persistiremos. Pero no nos detendremos hasta que muy pronto aprobemos el salario mínimo de 15 dólares».
La aprobación del proyecto de ley se produce días después de que el país llegó a 500 mil decesos a causa de la pandemia de la Covid-19.
El paquete de ayuda se dirige ahora al Senado, donde se espera que los demócratas lo enmienden la próxima semana y lo envíen de nuevo a la Cámara para su aprobación antes de que expiren las prestaciones del seguro de desempleo el 14 de marzo.
Uno de los componentes del proyecto de ley que la Cámara de Representantes aprobó no debe pasar en el Senado, un aumento del salario mínimo federal de los actuales 7,25 dólares por hora a 15 dólares.
La presión para aumentar el salario mínimo enfrenta un fuerte rechazo republicano y de un puñado de legisladores demócratas de centro, que citaron un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso que estimaba que, aunque sacaría a 900 mil personas de la pobreza, también provocaría la pérdida de 1,4 millones de puestos de trabajo.