Washington, 10 mar (Prensa Latina) El Senado de Estados Unidos confirmó hoy a Merrick Garland como fiscal general de la nación norteña, en una votación de 70 a favor y 30 en contra.
Garland -de 68 años- recibió el apoyo de múltiples senadores republicanos, lo que no sucedió en 2016 cuando los del partido rojo bloquearon su nominación para ocupar una vacante en la Corte Suprema, durante el segundo mandato de Barack Obama.
Desde 1997, este magistrado forma parte de la corte federal de apelaciones en Washington y antes, trabajó en la práctica privada, así como fiscal federal, funcionario superior en la división penal del Departamento de Justicia y como fiscal general adjunto principal.
Según indica el diario The Hill, especializado en temas del Congreso, Garland «estará bajo el microscopio» para ver cómo trabaja por restablecer la independencia del Departamento de Justicia de la influencia de la Casa Blanca.
El presidente Joe Biden dejó muy claro que las decisiones sobre las investigaciones y los enjuiciamientos se dejarán a este Departamento y esa es la razón por la que acepté el trabajo, apuntó Garland.
Además, el nuevo fiscal general llega con una larga lista de objetivos que van desde reformar la justicia penal, solucionar el racismo endémico del sistema e investigar las amenazas de terrorismo doméstico.
Él tendrá que equilibrar la reconstrucción del Departamento de Justicia con una investigación de terrorismo nacional de amplio alcance y disputas políticas controvertidas en temas como la reforma policial, de la justicia penal y la inmigración, y los objetivos de Biden sobre el derecho al voto, destacan medios locales.
Igualmente, debe decidir si da el paso sin precedentes de investigar y potencialmente enjuiciar a un expresidente, luego de las acusaciones contra Donald Trump por incentivar el ataque contra el Capitolio, el pasado 6 de enero.
El Departamento de Justicia desarrolla, además, una investigación fiscal sobre Hunter Biden, el hijo del actual mandatario, proceso que es vigilado de cerca por los republicanos.
Por su parte, Garland se comprometió, en su audiencia de nominación el mes pasado, a rechazar cualquier esfuerzo para influir políticamente en las investigaciones del Departamento de Justicia.
Según destacó, su primera prioridad sería procesar por completo los crímenes «atroces» cometidos en el ataque al Capitolio, en enero de este año.
Asimismo, expresó que la amenaza de los supremacistas blancos es uno de los mayores peligros que enfrenta Estados Unidos ahora.