París, 13 mar (Prensa Latina) No hubo bálsamo ni calma como algunos aspiraban, la 46 edición de los premios César de la Academia del Cine Francés resultó tan tempestuosa como los malos ratos del 2020 que pretendía sepultar.
La ceremonia terminó esta madrugada en la parisina sala Olympia con el filme de Albert Dupontel «Adiós idiotas» como el gran ganador, pero fueron las críticas y los reclamos al gobierno los que acapararon más titulares de prensa, demandas centradas en garantizar el futuro de la cultura, en particular del séptimo arte, ante el azote de la Covid-19.
En su portada digital, el diario Le Figaro calificó la velada de «la más calamitosa de la historia», mientras el desnudo protesta de la actriz Corinne Masiero ha sido tal vez la noticia más divulgada en las últimas horas a nivel nacional.
Masiero subió al escenario con un disfraz ensangrentado, y al despojarse del mismo expuso los mensajes «Sin cultura, no hay futuro» y «Devuélvenos el arte Jean» en su pecho y espalda, respectivamente, el segundo de ellos con el primer ministro Jean Castex como destinatario asumido.
Los cines y los teatros en Francia no abren desde finales de octubre, una medida adoptada por el gobierno para frenar la propagación de la pandemia, sin que exista idea de cuándo pudieran acoger de nuevo al público, una posibilidad negada en estos tiempos por el avance de las cepas mutantes del coronavirus SARS-CoV-2.
La ministra de Cultura, Roselyne Bachelot, estuvo en la ceremonia, y a su llegada envió a través de los medios una señal de esperanza, al aseverar que estaban en curso gestiones para la reapertura de las salas.
En realidad de poco valieron sus palabras, ya que en la noche una tras otra se alzaron las voces críticas, desde la maestra de ceremonia, la comediante Marina Fois, hasta la productora Catherine Bozorgan, quien afirmó que el gremio no comprende las políticas del gobierno.
El año pasado no fue solo la Covid-19 la que hizo las cosas complicadas en el mundo del cine francés, con la primera plana para los cuestionamientos que llevaron a la renuncia en pleno de la directiva de la Academia, acusada de mala gestión.
También generaron polémica, con protestas incluidas, las múltiples nominaciones al César a la película Yo acuso, de Roman Polanski, denunciado por abuso sexual.
La edición 46 del equivalente francés del Oscar estadounidense era esperada como la calma después de la tempestad, pero no resultó así.
El tenso panorama no empañó, por supuesto, el triunfo de «Adiós idiotas», merecedora de siete estatuillas, entre ellas al mejor filme y al mejor director, Albert Dupontel, el gran ausente de la ceremonia.
En la categoría de mejor actriz, el César 2021 terminó en manos de Laure Calamy (Vacaciones contigo… y tu mujer), mientras el actor protagónico Sami Bouajila (Un hijo) fue premiado como el más destacado, y Emilie Dequenne (Love Affair(s)) y Nicolas Marié (Adiós idiotas) se alzaron con los galardones para los actores de reparto.