Washington, 4 may (Prensa Latina) La industria cinematógráfica transita una época de incertidumbres, generadas por la pandemia de Covid-19, la cual remueve hoy sus bases y la estructura ancestral.
Los grandes escenarios de la filmografía mundial perdieron protagonismo, en tanto otros de «menor categoría» acapararon los reflectores, las salas quedaron cerradas y las proyecciones en streaming escalaron en la preferencia del público, mientras los bajos ingresos económicos pusieron en una cuerda floja la rentabilidad del sector.
Datos registrados hasta la fecha dan cuenta de las miles de personas desempleadas, estrenos de películas pospuestos, festivales cancelados y la lucha de poderes entre las plataforma virtuales.
Ante tal panorama, empresas como Netflix, Disney Plus y Amazon trasladaron sus rodajes de Hollywood, Estados Unidos a Australia, donde se producen más de 30 fílmes de la nación norteamericana.
En tanto, Warner Bros. decidió distribuir las cintas paralelamente en cines y el portal HBO Max en 2021, estrategia que ya anunció el estreno de 17 audiovisuales, entre los cuales destacan Judas y el Mesías Negro, la secuela de Los Soprano y El escuadrón suicida.
El descenso de las ganancias económicas del mercado estadounidense cedió espacio a la taquilla china, la cual dominó en 2020 con el éxito de las cintas The Eight Hundred y Love You Forever, que recaudaron más de dos mil millones de dólares, lo cual se complementa con la permanencia de los cines abiertos aunque a un 50 por ciento.
Series como Gambito de Dama, Lupin o Bridgerton se alzaron entre las favoritas de la temporada y demostraron la vitalidad de este sector, que marcó las pautas de la industria del entretenimiento por su amplio alcance y elevada factura.
Por otra parte, sobresalen los audiovisuales inspirados en la crisis sanitaria desde su estallido en Wuhan, China, hasta entregas más recientes relacionadas con la desinformación y el tratamiento de la Covid-19, como In the Same Breath, de Nanfu Wang.
Igualmente, las consecuencias de la pandemia trajeron un atípico panorama en la elegibilidad de «lo mejor del cine estadounidense y mundial», lo cual se tradujo en unos premios Oscar 2021 que pusieron en evidencia los intentos de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de saldar sus deudas en temas de igualdad e inclusión.
Según informó la institución se tendrán en cuenta nuevos estándares de representatividad de los largometrajes en el momento de ser nominados para garantizar el equilibrio, que comenzarán a aplicarse en la ceremonia de entrega 96, prevista para 2024.