Javier Divany Bárcenas
México 13 de mayo
Yo no lo veo, aun cuando tengan ambos la cabeza blanca, las canas muy bonitas, blancas, que (Andrés Manuel López Obrador) tenga aspiración a ser (como) el Porfirio Díaz del Siglo XXI. “No lo veo, no lo espero, no lo quiero”, dijo la diputada Dulce María Sauri Riancho, presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, al cuestionar una intentona de reelección.
Durante un convivio con los reporteros de la fuente, la presidenta de la Cámara de Diputados, tras ser cuestionada sobre lo ocurrido en Tabasco donde le dijeron al presidente que se religiera, al respecto Dulce maría respondió que lo que pasa es que una cuestión que tiene que ver con uno de los principios fundamentales de la Revolución mexicana no puedo banalizarla, aunque tuviera yo tentación de hacerlo.
Sauri Riancho mencionó que leyó la expresión del presidente de la República sobre el tema (de la relección), ya no me acuerdo si lo leí en el celular o lo leí en algún otro lado, no la verdad es que no me acuerdo bien”.
Lo que sí, es que me recordó algo, me recordó a Porfirio Díaz, me recordó que cada vez que se aproximaba el final del cuatrienio de Porfirio Díaz, especialmente estamos hablando del cuatrienio de 1902, en que claramente el presidente Díaz dijo que ya era momento en que él dejara la Presidencia de la República, estoy hablando de 1899, o sea cuando ya el presidente Díaz tenía pues prácticamente ininterrumpidamente casi 20 años.
Continuó, en ese momento, él le dio a varios de sus allegados, digamos, juego político para empezar a mostrarse como posibles prospectos. Uno de ellos, muy destacado, José Yves Limantour, que era el secretario de Hacienda, ministro de Hacienda de Porfirio Díaz, fue atacado fuertemente que porque no era hijo de padres mexicanos y que eso imposibilitaba su acceso a la Presidencia de la República.
Sauri relató que, le atribuían los ataques a Pedro Sainz de Baranda que era el ministro de educación y los destituyó el presidente Díaz. Pero, también estaba el poderosísimo gobernador de Nuevo León, el general Bernardo Reyes, que también tenía su corazón.
Y luego, el Presidente trató de hacer una fórmula, supuestamente, el presidente Díaz, entre Limantour y Reyes, pero al no cuajar, Porfirio Díaz dijo: “ni modo, me quedo”. Y fue Presidente otra vez cuatro años hasta 1906, luego los cuatro años hasta 1910, a pesar de la entrevista que dio al periodista Creelman, y en 1910, cuando se organizó la elección para un periodo que debía de prolongarse hasta 1914, pues fue cuando vino la Revolución y vino la no reelección.
“Esto pues ya está encausándose a una probable intentona de decir como esta elección no me funcionó, no me gusta, pues entonces me conservó seis años más. ¿Usted cómo la ve en este tema, es un buscapiés o qué?”.
Entonces, esta es nuestra historia y el Presidente de la República, que le gusta tanto apelar a ella, tiene que recordar, señaló la presidenta de la Cámara.
Ante el intervencionismo de López Obrador en las campañas, quien ya advirtió que no lo van a callar, que él va a seguir haciendo todos los días sus críticas a los órganos autónomos, a todos sus adversarios, a todos los que no están contra él, al respecto la diputada del PRI señaló:
“Aparte de que me gustaría un silencio presidencial, un silencio, de esos silencios que ayudan a sanar el alma, que ayudan a pensar en el poder de las palabras, un silencio en que nuevamente recordemos que lo que decimos, en el momento en que lo expresamos dejamos de ser dueñas, dueños de esas ideas, de esas expresiones.
“Me parece que el Presidente de la República tiene que concentrarse más en hacer, que en decir, y para poderlo hacer necesita esa pausa, ese silencio, y estoy segura que recuperaría toda esa capacidad para concertar y conciliar voluntades para ejecutar cosas, cosas a favor del país y a favor de su propio proyecto político, que no va a prosperar en medio de la confrontación. Esa es una cuestión que es necesario recordar.
“Yo le tengo mucho respeto a las palabras, por eso trato siempre de cuidar, sobre todo cuando se trata de evitar ahondar confrontaciones, porque creo que no sirven a nadie. Entonces, espero que el Presidente, vamos a decir, recupere el valor del silencio”, señaló la diputada.