Roma, 14 jun (Prensa Latina) El estado mundial de la agricultura y la alimentación fue examinado hoy por la cuadragésimo segunda Conferencia de la FAO, la cual sesionará hasta el día 18 en formato virtual.
Máximo Torero, economista jefe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) presentó el documento, cuyas deliberaciones se extenderán hasta mañana, desde la perspectiva «Transformación de los sistemas alimentarios agrícolas: pasar de la estrategia a la acción».
En cómo enfrentar los desafíos que supone producir suficientes alimentos y al mismo tiempo proteger el planeta, transcurrió el debate del tema presentado a esa máxima instancia del organismo especializado de las Naciones Unidas.
En la introducción del documento Torero precisó que antes de la aparición de la Covid-19, en el mundo 690 millones de personas padecían hambre, a pesar de los progresos de la FAO en los últimos 75 años y también tomando en cuenta que la cantidad de alimentos que se producen en el mundo bastaría para alimentar a toda la población.
Muchos millones más, apuntó, carecen de micronutrientes y el número de personas con sobrepeso en todas las edades, clases sociales y países crece de manera alarmante, mientras la pandemia exacerbó aún más esta situación.
En los últimos años el aumento en la frecuencia e intensidad de los conflictos, junto a los eventos extremos en la variabilidad del clima y la desaceleración y reducción de las economías, impulsan el incremento del hambre en el mundo y socavan los esfuerzos para combatir la desnutrición en particular en los países de ingresos bajos y medios, detalló el experto.
El documento, presentado al plenario destaca cómo los sistemas alimentarios agrícolas están expuestos a una enorme presión derivada de la pérdida de biodiversidad y del cambio climático y la estrategia de la FAO a favor de una mejor producción, nutrición, mejor medio ambiente y una vida mejor.
Todo ello, tal como plantea el texto, desde un enfoque sistémico ese organismo se enfoca en acelerar la innovación, la tecnología, los datos, la gobernanza y las instituciones con el propósito de transformar los sistemas agroalimentarios de hoy y que nadie pase hambre en el mundo de mañana.
El documento insta a la Conferencia, conformada por ministros y representantes de los 194 Estados miembros de la FAO, a reconocer la contribución de los sistemas agroalimentarios a la lucha contra el hambre y la malnutrición a escala mundial, agravada por la pandemia que, a su vez, dejó al descubierto las desigualdades sistémicas sobre las cuales descansa los actuales sistemas agroalimentarios.
También insta a tomar nota de las propuestas encaminada a cambiar la tendencia del hambre, invertir en la transformación rural y empoderar a la población vulnerable y marginada.