La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, viajará el viernes a la frontera entre su país y México, después de semanas de presión de los republicanos para que acuda personalmente como parte de su cartera para desacelerar el flujo de migrantes.
El viernes, Harris se dirigirá a El Paso, Texas, junto con el secretario de Seguridad Nacional estadounidense, Alejandro Mayorkas, según un comunicado de su oficina.
La vicepresidente ha sido objeto de ataques de los republicanos e incluso ciertas críticas de su propio partido por negarse a visitar la zona.
Hasta ahora ha concentrado sus esfuerzos en mejorar las condiciones económicas y de vida en la región. Sus colaboradores insisten que los problemas que trata de resolver no son los de seguridad con los que lidian otros funcionarios en la frontera.
Pero los republicanos han aprovechado los errores de Biden y Harris para sostener que el gobierno no se ocupa de lo que llaman la crisis en la frontera.
Harris viajó con anterioridad a Guatemala y México, y dijo que la migración cederá solo cuando las causas que la impulsan también se aminoren. Este año, el presidente Joe Biden designó a Harris para que lidere los esfuerzos de EU para frenar un incremento de la migración desde Centroamérica.
La vicepresidenta ha dicho que cuando era senadora por California visitó la frontera y que, sin enfrentar las raíces profundas de la migración, jamás se resolverán los problemas.
En su visita reciente a Guatemala y México exhortó a los centroamericanos a no tratar de llegar a la frontera con Estados Unidos. Trató de darles aliento para que permanecieran en sus países.