Washington, 30 jul (Prensa Latina) El presidente Joe Biden nombró hoy al cubanoamericano de Miami Francisco Mora como embajador de Estados Unidos ante la OEA, con lo cual sería una de sus principales voces en la política hacia el hemisferio occidental.
Mora es profesor de política y relaciones internacionales en la Universidad Internacional de Florida, donde anteriormente dirigió el Centro Latinoamericano y del Caribe Kimberly Green.
Antes trabajó como subsecretario de Defensa para el Hemisferio Occidental durante la administración de Barack Obama (2009-2017).
De ser confirmado por el Senado, sucedería al también cubanoamericano de Miami Carlos Trujillo, quien sirvió desde marzo de 2018 hasta el final del mandato de Donald Trump (enero de 2021).
Algunos cubanoamericanos, incluyendo demócratas como Mora, exigen mano más dura a Biden tras los disturbios de los pasados días 11 y 12 de julio en la isla.
La administración demócrata que mantiene en revisión su política hacia la mayor de las Antillas hace más de seis meses y admitió que cualquier cambio lo haría en consulta con los cubanoamericanos del sur de Florida reaccionó tras los sucesos con declaraciones injerencistas y retóricas hostiles.
El Gobierno de Cuba denunció que en su mayoría ocurrieron allí desórdenes públicos y actos vandálicos alentados desde el propio territorio estadounidense a través de las redes sociales con fines de desestabilización.
El ministerio de colonias yanqui, como denominó el líder cubano Fidel Castro a la Organización de Estados Americanos (OEA) es señalada desde su fundación en 1948 como instrumento al servicio de la Casa Blanca.
Al hablar en el acto de clausura del Primer Congreso Latinoamericano de Juventudes, el 6 de agosto de 1960, Fidel Castro tildó a la OEA de ser un «instrumento para impedir revoluciones en América».
Funcionarios de la actual administración han pedido la aplicación de la Carta Democrática de la OEA en Cuba y aunque fracasaron todas las maniobras, olvidaron que el país caribeño fue expulsado del organismo en 1962 por su proyección soberana e independiente y por construir un modelo que no resulta del agrado de Washington.
Las autoridades de La Habana sostienen que la OEA carece de moral y de derecho para juzgar y sancionar a Cuba y que la nación antillana ni pertenece ni pertenecerá a ese mecanismo hemisférico.