Por Fausto Triana
Madrid, 6 ago (Prensa Latina) Lionel Messi se va del Barcelona, al menos eso se dice de forma rotunda, pero la mayor telenovela del fútbol en España promete ser larga.
A estas horas y después de lo dicho por el presidente del Barcelona FC, Joan Laporta, el astro argentino debería estar empacando, pero será el 31 de agosto el cierre de los fichajes del fútbol.
Las explicaciones de Laporta en rueda de prensa fueron categóricas:
«No queremos poner más en riesgo la institución (…) estoy triste, pero creo que hemos hecho lo mejor para los intereses del Barcelona (…) ha llegado un momento en el que en una negociación te tienes que plantar, tienes que dejar las emociones fuera».
Por añadidura, una precisión demoledora: «tenemos una institución que está por encima de todo, de jugadores y directivos, hasta del mejor jugador del mundo (…) sólo se podía inscribir a Messi a cambio de hipotecar medio siglo los derechos audiovisuales».
En medio de sus palabras, las redes sociales encendieron más el ambiente, con declaraciones de Javier Tebas, el jefe de la Liga Española, dirigidas directamente a Laporta cuestionando el tema de la supuesta hipoteca del Barza.
De forma pública y a través de la televisión, Laporta respondió a Tebas: «no tenemos margen salarial, hemos excedido el límite salarial, tú lo sabes querido Javier (…) como sabes nuestras dudas sobre el acuerdo con CVC (fondo de inversión al que acudió la Liga)».
A insistentes dudas planteadas por periodistas acerca de la salida inminente del Barcelona, Laporta subrayó que proyectar hipótesis de reconducir el caso y resolverlo satisfactoriamente.
Sin embargo, a menos que la Pulga, absolutamente comprometido con el once azulgrana, con concesiones que hizo en la negociación de su padre, Jorge Messi, anuncie un contrato con otro club, la fecha del 31 de agosto sigue en el ambiente.
El propio Laporte, que culpó casi en un 100 por ciento a la administración anterior (de José María Bartomeu) del desastre financiero del Barza, admitió la voluntad de ambas partes (del club y de Messi) de alcanzar un acuerdo.
No se pudo, por causas ajenas a nuestras voluntades, acotó.
En tal caso, la interpretación queda bastante abierta, incluso cuando la Liga inicie sus actividades el próximo 13 de agosto, con o sin Messi.
Los más acérrimos rivales del plantel catalán tampoco ven con buenos ojos un batacazo de semejante magnitud.
Una Liga resentida, que antes no pudo retener al brasileño Neymar, al portugués Cristiano Ronaldo y más recientemente al laureado defensa Sergio Ramos, recibiría un golpe demoledor con la partida de Messi.
¿Caso cerrado? No parece. La entrega por capítulos sólo tendrá un final si el incombustible 10 de Argentina y el Barcelona decide hacer maletas o, si se logra un acuerdo in extremis con el plantel catalán.