Naciones Unidas, 28 sep (Prensa Latina) El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, abogó hoy por un «acelerador mundial» para crear 400 millones de empleos y proteger a cuatro mil millones de personas que actualmente están desprotegidas.
En un informe sobre política laboral publicado este martes, Guterres exhortó a invertir en un crecimiento rico en empleo, protección social y una transición justa hacia un futuro de emisiones netas cero, en los países de bajos y medianos ingresos, lo cual evitaría se profundicen las desigualdades exacerbadas por Covid-19.
Se necesitan al menos 982 mil millones de dólares en medidas de estímulo fiscal para responder a los impactos de la crisis en el mercado laboral, y apoyar una transición justa, así como 1,2 billones (millón de millones) de dólares anuales para los pisos de protección social en los países de escasos recursos.
De acuerdo con el documento, ninguna economía avanzada ha logrado el progreso económico y social sin invertir en sistemas de protección social y servicios públicos de calidad, que proporcionen a las personas el apoyo necesario para sortear las vicisitudes de su vida.
Mientras que la riqueza de los multimillonarios aumentó en más de 3,9 billones de dólares entre marzo y diciembre de 2020, el impacto de la pandemia en el mundo del trabajo, entre otros factores, incrementó el número de pobres extremos entre 119 y 224 millones de personas, el primer aumento de la pobreza en más de 21 años, precisó.
Otros datos aportados por el informe indican que en 2020 se perdió el 8,8 por ciento del total de horas de trabajo, lo que equivale a las horas trabajadas en un año por 255 millones de empleados a tiempo completo, similar a una pérdida de 3,3 billones de dólares en ingresos antes de las ayudas gubernamentales.
Debido a la pandemia, se estima que en 2021 habrá 75 millones de puestos laborales menos que antes de la crisis, y 23 millones menos previstos para 2022.
Con esos antecedentes, la ONU pidió invertir urgentemente en una recuperación rica en empleo, sostenible y socialmente inclusiva, lo cual permitiría hacer frente a los riesgos cada vez mayores del cambio climático y la degradación del medio ambiente, fenómenos que ponen en peligro a mil 200 millones de empleos, equivalentes al 40 por ciento de la población mundial activa.