Ginebra, 19 jul (Prensa Latina) La enfermedad ocasionada por el virus de Marburgo (EVM), que afecta hoy a Ghana, es una afección grave y a menudo mortal de origen zoonótico, pues su transmisión primaria se asocia al murciélago de la fruta.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la tasa media de letalidad de la enfermedad oscila en torno al 50 por ciento, aunque durante los últimos brotes los porcentajes se movieron entre 24 y 88, en función de la cepa vírica y del tratamiento.
La dolencia fue identificada por primera vez en 1967 tras registrarse simultáneamente brotes en Marburgo y Frankfurt (Alemania) y en Belgrado (Serbia), y se asociaron al trabajo en laboratorios con monos verdes africanos importados de Uganda.
Posteriormente, hubo brotes y casos esporádicos en Angola, Kenya, la República Democrática del Congo, Sudáfrica y Uganda.
Aunque los virus de Marburgo y del Ébola son distintos, ambos pertenecen a la familia Filoviridae y ocasionan dolencias con características clínicas similares, añadió la OMS.
Según apuntó, la transmisión entre personas ocurre por contacto directo de la piel lesionada o las mucosas con sangre, secreciones, órganos u otros líquidos corporales de personas infectadas, así como con superficies y materiales contaminados con dichos líquidos, como ropa personal o de cama.
Igualmente, el contagio a través de materiales para inyección contaminados, o de pinchazos con agujas, se asocia a una mayor gravedad de la enfermedad e incluso a una tasa de letalidad superior.
El periodo de incubación oscila entre dos y 21 días, empieza bruscamente, con fiebre elevada, cefalea intensa y gran malestar, así como con frecuentes dolores musculares.
También pueden aparecer diarrea acuosa, cólicos abdominales, náuseas y vómitos.
Hasta el momento, detalló el organismo, no existen tratamientos ni vacunas para luchar contra la EVM pero se recomienda la terapia de apoyo mediante rehidratación oral o intravenosa.
Además, alegó, se puede probar el uso compasivo o mediante acceso de algunos anticuerpos monoclonales en desarrollo y ciertos antivíricos empleados en estudios clínicos para tratar el ébola, como el remdesivir y el favipiravir.
En mayo de 2020, añadió, la Agencia Europea de Medicamentos concedió una autorización de comercialización a las vacunas Zabdeno (Ad26.ZEBOV) y Mvabea (MVA-BN-Filo) contra la EVM.