Estados Unidos, nación de luto

La Habana (Prensa Latina) Un fiscal de Florida solicitará la pena de muerte para Nikolas Cruz, culpable de la masacre en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas, de Parkland, en 2018, uno de los hechos más impactantes en la larga lista de tiroteos masivos en Estados Unidos.

Por Deisy Francis Mexidor
Jefa de la Redacción Norteamérica de Prensa Latina

«Les voy a hablar de algo atroz, del asesinato masivo, dirigido a un objetivo, planificado y sistemático de 14 estudiantes, un director deportivo, un maestro y un entrenador, que efectuó el acusado», expresó el fiscal Michael Satz en el inicio del juicio a Cruz el 18 de julio.
Justo ese día, en Atlantic City, Nueva Jersey, la vicepresidenta Kamala Harris ofreció un discurso en la 113 Convención de la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (Naacp, por su sigla en inglés).
Además de hablar de los derechos civiles que peligran en ese país, Harris lamentó el fuerte aumento de la violencia armada.
Desde Parkland hasta la fecha se repite la «letanía de los tiroteos masivos», como señalan medios de prensa estadounidenses.
Nadie está a salvo, advirtió la cadena CNN después de otra matanza, pero más reciente, el 4 de julio, cuando un hombre armado le quitó la vida a siete personas al irrumpir en un desfile en Highland Park, Illinois, durante la celebración del Día de la Independencia.
A esta violencia no escaparon escuelas, iglesias, tiendas de alimentos… Por eso, para Harris, «los tiroteos masivos han convertido a Estados Unidos en una nación de luto». Y no son sólo los tiroteos masivos -dijo. «Lo vemos en nuestras comunidades todos los días, y no es menos trágico o indignante», subrayó.
La vicemandataria reflexionó que los negros son el 13 por ciento de la población de Estados Unidos, pero constituyen el 62 por ciento de las víctimas de homicidios con armas de fuego. En ese sentido, añadió que se necesitan leyes razonables porque las comunidades deberían ser lugares seguros para vivir, «sin armas de guerra corriendo por esas calles».
De acuerdo con los datos aportados por la vicepresidenta, el número de armas fabricadas en el país se triplicó en los últimos 20 años. «Hoy tenemos más armas en nuestra nación que personas», apuntó.

INCREÍBLE SUGERENCIA
Mientras unos claman por el control de semejantes artefactos, otros avivan la polémica como lo hizo la poderosa Asociación Nacional del Rifle, que cuenta con cinco millones de miembros. La NRA (por su sigla en inglés) considera que «la única manera de detener a un tipo malo con un arma es con otro tipo bueno con un arma».
El grupo defensor de la segunda enmienda de la Constitución reaccionó de esa forma al tiroteo en Greenwood Park Mall, un centro comercial de Indiana, donde un hombre abrió fuego con un fusil en el área de comida el pasado 17 de julio. Tres personas fallecieron y dos resultaron heridas, de ellas una niña de 12 años.
Un «buen samaritano» abatió al atacante, de acuerdo con el informe de la policía, que identificó al civil armado como Eli Dicken, un joven de 22 años.
Shannon Watts, fundadora del grupo Moms Demand Action (Madres exigen acción) criticó en la red social Twitter las afirmaciones de la NRA, cuyo lobby en el Congreso frenó por años cualquier iniciativa dirigida al control de las armas.
«Casi 400 tipos buenos respondieron al tiroteo en Uvalde: cinco oficiales escolares, 25 oficiales de Uvalde, 16 agentes del sheriff y de otras agencias locales, 149 agentes de la Patrulla Fronteriza, 91 policías estatales, 13 alguaciles federales y ocho agentes de la DEA. No pudieron detener a un tipo malo», tuiteó Watts.
Una nueva ley en Indiana autoriza que los civiles como Dicken porten armas ocultas en lugares públicos y ahora los defensores de ese derecho -consagrado en la segunda enmienda de la Constitución- tomaron la tragedia como un ejemplo de por qué es importante que se permita llevarlas.
Luego del asesinato en masa en una escuela primaria de Uvalde (Texas) el 24 de mayo, donde murieron 19 niños y dos maestras, los legisladores aprobaron la Ley Bipartidista de Comunidades más Seguras, anunciada como la iniciativa federal más importante sobre la violencia con armas de fuego en los últimos 30 años.
Un día después el presidente Joe Biden firmó la ordenanza. «Aunque este proyecto de ley no hace todo lo que quería, incluye acciones que he pedido desde hace tiempo y que van a salvar vidas», expresó en la Casa Blanca.
«Y fue un paso importante y necesario», afirmó Kamala Harris al referirse a esa ley durante la convención de la Naacp.
Pero «tenemos que hacer más», porque urge «derogar el escudo de responsabilidad que protege a los fabricantes de armas. Y debemos renovar la prohibición de las armas de asalto», enfatizó.
Los tiroteos masivos -epidemia que según Biden desangra al país- suman ya 355 en Estados Unidos en el transcurso de 2022, reveló Gun Violence Archive, un grupo de investigación sin fines de lucro que realiza un seguimiento de la violencia con armas de fuego empleando informes policiales, cobertura de noticias y otras fuentes públicas.