Washington, 23 jul (Prensa Latina) Los bajos números de aprobación del presidente estadounidense, Joe Biden, combinados con una sensación generalizada de que el país va en la dirección equivocada, son señales de alarma para los demócratas que buscan mantener el control del Congreso.
Con la mirada puesta en las elecciones de medio término, algunos vaticinan un escenario apocalíptico para la fuerza azul, a medida que la inflación y los precios de la gasolina siguen al alza y la insatisfacción con la gestión del mandatario está por las nubes.
Esta semana, una encuesta de Siena College/New York Times mostró aBiden con un índice de aceptación del 33 por ciento, mientras que otros sondeos lo ubican con alrededor del 39 por ciento, un número históricamente bajo.
La mayoría de los jóvenes, grupo poblacional que impulsó su triunfoen las presidenciales de 2020, desaprueba en estos momentos el trabajo del jefe de la Casa Blanca.
En ese contexto surge la interrogante sobre cuánto importa realmente el índice de aprobación del presidente para predecir los resultados del Congreso en las intermedias.
Existe una relación directa entre ambas variables: cuando el gobernante es impopular, su partido pierde escaños, lo cual es probable que ocurra este año, aunque los tiempos de alta polarización política, como ahora, tienden a producir cambios menos dramáticos en las carreras por el Legislativo porque hay una cantidad más baja de votantes indecisos, según el sitio FiveThirtyEight.
Los problemas que llevaron a los demócratas a ganar en 2020 la Cámara de Representantes, el Senado y la Casa Blanca siguen siendo urgentes y están aún sin resolver, mientras la Corte Suprema de Justicia interfiere en protecciones federales respecto a temas de gran importancia.
Las recientes decisiones del máximo tribunal que eliminan el derecho a la interrupción del embarazo, limitan la capacidad de los estados para controlar el porte de armas de fuego y recortan los poderes regulatorios sobre las emisiones que contribuyen al calentamiento climático comienzan a calar en la conciencia de los electores.
Si bien en algunos territorios en los cuales demócratas y republicanos tienen visiones contrapuestas sobre el aborto, por ejemplo, los votantes pueden elegir para los cargos locales en disputa a quienes abogan por garantizar los derechos reproductivos de las mujeres, esto no es una garantía para los primeros, indicó un análisis del portal Vox.
El venidero 8 de noviembre estarán en disputa los 435 puestos de la Cámara de Representantes y 34 de los 100 escaños del Senado. Además de determinar el control del Legislativo, los resultados en esos comicios darán una idea de cómo se proyectará el electorado en las presidenciales de 2024.
(Tomado de Orbe)