Doha, 27 nov (Prensa Latina) Más allá de los goles de Lionel Messi y Enzo Fernández, el partido Argentina-México aviva hoy otras lecturas, entre ellas el récord de asistencia en Copas Mundiales desde la final de Estados Unidos 1994.
El Estadio Lusail, inmueble que albergará la disputa del título de Qatar 2022, recibió a 88 mil 966 personas, cifra inédita en el siglo XXI y superada por aquel desafío entre Brasil e Italia, cuando 94 mil 194 aficionados abarrotaron el Rose Bowl de Pasadena, California.
Eso significa que tuvimos la oportunidad de presenciar el juego con más público de los últimos siete Mundiales, que dejó el éxito albiceleste por 2-0 sobre la escuadra azteca de Gerardo «Tata» Martino.
Por demás, el duelo del grupo C batió la mejor concurrencia vivida en el certamen del Medio Oriente, al dejar atrás las 88 mil 103 almas que dos días antes asistieron a la pugna Brasil-Serbia en la misma sede. Todo ello lo corroboró la FIFA mediante un tuit.
Algo así se esperaba, pues Brasil, Argentina y México poseen las mayores hinchadas en este territorio, por encima de Arabia Saudita, Países Bajos y Francia, otras nóminas con un apoyo brutal.
Sin embargo, los datos mencionados lucen pequeños si nos remontamos al 16 de julio de 1950. El enfrentamiento Brasil-Uruguay reunió a 173 mil 050 espectadores en el famoso «Maracanazo», en Río de Janeiro.
Según el registro oficial de la FIFA, ese es considerado el encuentro con más público en la historia de los mundiales, marca que difícilmente se vuelva a repetir, debido a las actuales condiciones de las estructuras deportivas, además de las normas de seguridad impuestas por el ente rector del fútbol.